POR JUAN FRANCISCO RIVERO DOMÍNGUEZ, CRONISTA OFICIAL DE LAS BROZAS (CÁCERES).
Días pasados supe por los medios informativos que desde la Cámara de Comercio de Salamanca se promueve la idea de que la compañía ferroviaria de España ADIF reconstruya la vía del oeste del país, esa que iba desde Gijón a Sevilla y que llamamos el tren “Ruta de la Plata”.
Me parece una gran idea apoyar esa reclamación ciudadana por lo que supone para el desarrollo de la zona oeste del país. El tren circulaba antes en este trayecto y dejó de funcionar bajo el argumento de que no era rentable. Y tal vez no lo fuera, pero el país, todo el Estado, tiene la obligación de desarrollar todas las zonas de la nación por igual No se puede y no se debe dar a los territorios más ricos toda clase de prebendas en perjuicio de los que han dado tanto a España a lo largo de los siglos – todo un continente- y ahora se ven abocados, por decisiones políticas, tomadas desde un despacho de Madrid, relegadas al olvido y al subdesarrollo, solo porque no hay población que atender.
Extremadura está mal comunicada por ferrocarril, tanto desde Madrid a Lisboa (este a oeste) como de norte a sur. Tenemos que exigir a nuestras autoridades regionales y a las del Gobierno central inversiones para poner el tren en funcionamiento.
De niño yo he ido de Cáceres a Salamanca y cuando hice el Servicio Militar, hoy ya olvidado por las nuevas generaciones de españoles, desde León hasta Cáceres. Y se perdió esa conexión, pues ahora es también el momento de, no solo reclamarla, sino de exigirla para que, apoyándose en la idea que tiene la Cámara de Comercio de Salamanca, seamos capaces de poder transportar por ferrocarril pasajeros y mercancías de norte a sur y de sur a norte, así como no olvidar nunca el grave desprecio que han hecho todos los Gobiernos centrales, incluido este, faltaría más, de poner cuanto antes en funcionamiento el tren de Alta Velocidad Española (AVE) de Madrid a Navalmoral de la Mata, Plasencia, Cáceres, Mérida y Badajoz y, en colaboración con los portugueses hasta Lisboa.
Las autoridades europeas han estudiado el tema y han afirmado hace meses que no solo es una obligación moral, sino que al ser un tren que une a dos capitales de naciones del Viejo Continente, sería también rentable económicamente.
¡A qué esperamos para exigir, cuanto antes, el poner en funcionamiento el tren por Extremadura!