POR PEPE MONTESERÍN CORRALES, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Caminando por Valdeflora con Mara del Río le pedí que me diera una pista para escribir este billete, aunque por ideas falta no suele enmudecer mi lira.
Enseguida me iluminó: “Escribe algo optimista con un mensaje de esperanza”. Magnífica recomendación. Uno llega a creerse cirujano, que la crítica ha de ser desdeñosa, entretenerse en los defectos del prójimo, atacar la forma y el fondo de las cosas…, pero, además de parcial y apasionado, debo abrir horizontes: a la Estrella de la mañana, a los Oscos y a lo más profundo del alma.
Los tiempos corren muy deprisa, el poder cambia de manos, Dios no es lo que era, ni las costumbres; uno distingue malamente lo bueno y lo peor, la verdad y la Gaceta, el amor y el amor propio, la ética y la Santina… ¿Qué les queda a los sabios? El escepticismo. ¿Qué a los pringados? La esperanza. Mañana me centraré en ella; según mi abuelo, llega más lejos que el miedo.
Fuente: https://www.lne.es/blogs/la-mar-de-oviedo/optimismo-y-esperanza.html