POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ).
El 30 de junio de 1780, comparece ante escribano público, Francisco de Andía, vecino de Jerez de los Caballeros, maestro constructor de órganos, junto a don Pedro Álvarez Vadillo, administrador de la condesa de Montijo, don Juan Francisco Palacios, cura de la parroquia de San Pedro, don Antonio Rangel, administrador del Patronato de Ntra. Señora de la Concepción, situado en la iglesia parroquial, obligándose el primero a fabricar un órgano con estas características: Flautado mayor, flautado de violón, octava general, quincena y decimonovena, compuestas mayores de lleno, cimbala, sobrecimbala de cuatro voces, corneta real, trompeta real, clarín de batalla, dulzaina de ambas manos, clarín de ecos y contraecos, tambor, timbal, tres fuelles de marca, teclado de hueso o marfil, tablones, un secreto y una caja correspondiente.
Por la elaboración de sus trabajos, Francisco de Andía recibió la cantidad de 15.000 reales de vellón, 6.000 a la firma del acuerdo, 6.000 en enero de 1781 y los 3.000 restantes al concluir el trabajo.
Francisco de Andía y Zagardoy (1708-1786), era miembro de una familia de organeros navarros oriundos de Olite y activos en Andalucía (Jaén y Cádiz), aparece en 1742 avecindado en la villa de Fuente del Maestre, pasando después a residir definitivamente en Jerez de los Caballeros. En 1763 construye el órgano de la parroquial de Santa María del Mercado y en la década de los setenta los de las parroquiales de Cabeza del Buey, Valverde de Leganés, San Bartolomé de Jerez, acudiendo a licitar sin éxito en la obra del órgano de la iglesia mayor de Fuentes de León y en 1780 al órgano de la Catedral de Jaén, que realizaría F. Antonio de Madrid. Este mismo año concierta dos órganos en Extremadura: uno para la parroquial de Montijo (del que resta tan solo la caja) y otro para Santa María de Brozas. Son sus dos últimas obras documentadas. Debió morir por los años 1785-86.
De los instrumentos realizados por Andía sólo se conservan los órganos de Santa María de Brozas (restaurado por Gerard A. de Graaf), San Bartolomé de Jerez de los Caballeros y Santa María del Mercado de Alburquerque, este último muy reformado.
“La restauración de este viejo tesoro artístico posibilitaría la recuperación del, a juzgar por los restos de su caja, soberbio instrumento y se contaría con un valioso auxiliar del renacimiento musical de Montijo. Esta apreciación del historiador y amigo Fernando Cortés, Cronista Oficial de Badajoz, busca los deseos del escritor inglés John Ruskin, crítico de arte, que desde su claridad y rotundidad decía: “Cuidad de vuestros monumentos y no tendréis necesidad de restaurarlos”.
FUENTE: https://www.facebook.com/manuel.garciacienfuegos