POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Acabo de leer en un importante diario asturiano que un grupo de científicos, creo que argentinos, están investigando acerca de algunas posibles propiedades antivirales de los oricios, concretamente antiCOVID-19, que, de ser verdad, sería un descubrimiento importantísimo.
Verán ustedes: como yo no soy microbiólogo, ni virólogo, ni epidemiólogo, ni zoólogo especializado en equinodermos, ni botánico estudioso de las solanáceas, puedo considerarme EXPERTO para hablar de ERIZOS DE MAR y de PIMIENTOS.
Los erizos de mar, que en Asturias llamamos ORICIOS, en Colunga ARCINOS, en Lastres ARANCINOS y en Candás ALEZNES, son unos equinodermos marinos de los que se conocen unas 800 especies. Los «comestibles» corresponden -hablo de Asturias- a las variedades Equinus sculentus y Paracentrotus lividus.
Les digo un secreto: los oricios del «pedreru» de San Juan de Duz (Colunga), zona de «El Pegollín», son tan extraordinarios que yo los catalogué como «Equinus sculentus,var. colunguensis», subvar. sanctijhoannis». Nadie me creyó ni hizo caso, como es de suponer.
Estos animalinos son heterosexuales y de ambos lo que se come son las gónadas o glándulas sexuales, que en Colunga llamamos HUÉVARES y los de habla finolis dicen CORALES y CAVIAR.- Según los expertos gastrónomos, las hembras son más sabrosas que los machos ; cosa que no me atrevo a afirmar pues yo, que fuí un gran «pescador de arcinos» en mis años jóvenes, nunca distinguí «arcinos» de «arcinas» y siempre los comí en crudo con gran placer y del mismo modo: abriéndolos por el ano («pol culo») con un cuchillo, «rebañando» les huévares «a deu», acompañando con pan y «regando» con sidra.
Bueno, bueno… Pues parece ser que estos seres inofensivos y tan sabrosos son capaces de contrarrestar a la proteína que envuelve al ácido nucleico del virus maligno y, así, impiden que penetre en la célula huésped y la infecte.
¡Ay, Dios mío! Sea verdad o no, lo que sí temo es que esta noticia provoque un aumento de precios en los arcinos que van a ser más caros que las angulas de nuestros ríos.
Por otra parte, y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, recuerdo que los pimientos (ese gran regalo que nos llegó de América) contienen en su «carne» una sustancia denominada CAPSAICINA (que es, químicamente hablando, la 8-metil, N-vanilil,6-nonenamida), de gran acción estimulante del apetito y, por su agradable «picor», de los procesos digestivos.
Pues… ¡ya tá!: PIMIENTOS RELLENOS DE ORICIOS.
Les voy a recordar una receta que publiqué para LA NUEVA ESPAÑA hace de estos unos 30 años:
Compren unos pimientos del piquillo asados (en conserva), lávenlos y manténganlos en un baño de fino andaluz durante una media hora.
Mientras tanto preparen una bechamel según su costumbre y agréguenle «les huévares» (los corales, el caviar) de una lata de oricios «al natural», mezclando bien.
Rellenen los pimientos (previamente ecurridos) con esa bechamel de oricios, rebócenlos en harina y huevo batido, fríanlos y llévenlos a una tartera. Báñenlos después con una salsa de tomate, den unos hervores y dejen reposar.
Sirvaanlos muy calientes en cazuela de barro.
¿Y para acompañar? SIDRA, SIDRA NATURAL, fresquina y bien escanciada aunque sea con esas «máquinas infernales», pero muy prácticas, tan de moda actualmente.
No se si la SIDRA ASTURIANA contraataca al virus maligo, pero yo, EL EXPERTO (quiero decir, el ignorante), afirmo que contiene un antiviral denominado SIDRICILINA de eficaz acción diurética, estimulante, febrífuga, hipoglucémica y cantarina.
¡A disfrutar con los nenos , que ya podrán salir «a ver xente», a la compra, a la farmacia y a por tabacu al estanco!