POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)
El Corresponsal del diario murciano «La Verdad», en su página 24 del día 28 de marzo de 1982, nos describe un original reportaje. Es el siguiente:
En el café bar de la calle O´Donnell, propiedad del uleano Ángel Marín López (Ratones), se formaban, diariamente, unas amenas tertulias, tras la sobremesa de mediodía. Se tomaban su café tres amigos cuando uno de ellos le dice a un mirón: ¿qué te apuestas que voy a Palma de Mallorca, tomo un café y regreso a Ulea para pernoctar en casa? Al oír tal sugerencia, los amigos que se estaban jugando una partida de truque, se unieron a tan insólita apuesta. Los tres amigos eran: Ángel Marín López, Germán Cutillas (El Guardia) y Vicente Peñaranda Miñano «El Carpintero).
La original apuesta con los contertulios de sobremesa se cerró en un abrir y cerrar de ojos. Dicho y hecho.
Eran las tres de la tarde y, en coche, se desplazaron al Aeropuerto alicantino del Altet. Allí tomarían el avión, en vuelo regular, que les trasladaría, al aeropuerto mallorquín de Son San Juan, de la capital balear.
Conforme se convino en la singular apuesta, allí tomarían café, reemprendiendo el regreso y, sobre las once de la noche, ya estaban de regreso en sus domicilios de Ulea. Todo ello en cuestión de unas horas, teniendo en cuenta que el aeropuerto del Altet, dista de Ulea unos 80 kilómetros.
A su llegada a Ulea, les esperaban en el café bar de Ángel «de ratones», los intrépidos apostantes. y, como prueba para justificar su periplo en tierras mallorquinas, les mostraron los billetes del avión y una gran ensaimada mallorquina que consumieron en armonía, en una amena tertulia que se prolongó unas dos horas, antes de marcharse a sus casas a descansar.
¡Sin lugar a dudas se trató de una original apuesta de unos amigos uleanos!