POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Aunque la berenjena (Solanum melongena) sea planta foránea importada a España cuando el dominio árabe y en Asturias haya sido poco cultivada, pese a lo que pregonaba hace muchos años don Bruno Fernández Cepeda respecto a la «Riqueza de Asturias», lo cierto es que actualmente cada día tiene más aceptación en nuestra cocina.
Dice el refranero que «La berenjena para nada es buena» (lo que indica su escaso valor nutricio) y, más aún, añade que «Nunca de una berenjena se hizo una buena calabaza», que es una forma de definir la «sinsustancia» o «simpleza» de una persona.
¡Vaya! En Colunga, que somos muy directos, decimos al respecto: «¡Esi e ningún!».
Dentro de los variados tipos de berenjena que se ofrecen en el mercado, el más frecuente y solicitado es la llamada BERENJENA MORADA LARGA y su destino de cocina es múltiple si bien, la preparación «EN RELLENO» es la más usual.
Aprovechando que ya empezó la costera del bonito del norte, en CASA PRUDO (restaurante virtual) hicimos esta preparación:
Cortamos 3 berenjenas a lo largo en dos mitades y vaciamos su interior dejándolas a modo de barquetas. Elaboramos un pisto al modo tradicional con cebolla, pimiento y tomate, le añadimos la pulpa de las berenjenas (previamente dado un hervor en agua y escurrida) y unos 250 g de bonito natural migado (eliminadas piel, espinas, nervaciones…).
Con ese «pisto” rellenamos las «barquetas» y horneamos a 180º C durante unos 15 minutos. A medio horneado espolvoreamos queso rallado. Reposo… y a comer.
Bueno, bueno… Para presentarles el «segundo plato ya viene el lío «pescadero» a causa de la «polisemia costera».
Dentro de los peces escoftálmidos el GALLO corresponde a la especie Lepidorhombus whiff-japonis, que en Asturias llamamos «gallu», «gueyón», «rapapelu», y si grande, «coreanu». Pero resulta que así también denominamos a la LLISERIA, que es el Lepidorhombus boscii .
Y «rapapelu» también es mote para la PELUDA (Arnoglossus laterna) y para la PELUDILLA (Arnoglossus thori).
Les explico:
.- Lo de «gallu» se debe a su hocico agudo que recuerda al pico de los gallos.
.- Lo de «güeyón» refiere lo caracteristico de sus ojos , más bien «saltones».
.- Lo de «coreanu», adjetivo nacido cuando la famosa guerra de Corea , hace alusión a lo oscuro de su piel.
.- Lo de «rapapelu»… no lo explico porque es un poco «verduscón y picardiosu».
Los «gallos» tienen una carne blanca, de sabor fino y agradable, fácilmente «separable» de la espina central.
Una vez eliminadas la cabeza y vísceras, ya bien limpios al chorro de agua fría y secados con papel absorbente, se salan al gusto, se pasan por harina y se fríen en aceite de oliva bien caliente.
Ya tienen el menú para mañana: BERENJENAS, GALLOS y, de postre… FRESAS CON NATA.
¡Y el lunes, FASE 3!