POR RAFAEL ÁLVAREZ RODRÍGUEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLACASTÍN (SEGOVIA).
El estreno de la película ‘Napoleón’ del director Ridley Scott, que no incluye la presencia de aquel en España, ha despertado también entre mis paisanos, un nuevo interés por el emperador que por transmisión oral conocieron de generación en generación, el hecho histórico de que pernoctó una noche en Villacastín. El tema en los últimos años se difundió en varios medios escritos y el realizado por Jesús Domínguez en El Norte de Castilla (en julio de 2022) lo destaco por partir de una fuente escrita, y por mencionar al personaje denominado ‘El Tío Grillo’. Estas líneas quieren abundar en el tema aportando nuevos datos. Para ello debo remontarme al origen de ¿la leyenda o la historia?
El hecho histórico conocido es que el emperador, tras conocer por el general Dumas la ubicación real de nuestros aliados ingleses el día 19 de diciembre de 1808, desde su Cuartel General reubicó a las unidades al objeto de ir al encuentro de aquellos. El camino más rápido para dar la deseada batalla era el camino de Castilla (hoy Nacional VI) y el día 20 el general Ney con su caballería y la de la Guardia partió y entre ésta y las siguientes jornadas desfilaran por la villa más de 50.000 hombres, caballos bagajes… Napoleón partió de Madrid el día 22 pensando en pernoctar en Villacastín pero una fuerte tormenta en el puerto de Guadarrama le obligó a pasar la noche en San Rafael.
Según el relato novelado en el que me baso, el día 23 “…al declinar la tarde…” Napoleón llegó a Villacastín y se alojó en el Cuartel General instalado “…en una casa de buen aspecto y de comodidades…” en la calle Real. Presenta el autor al emperador, dormitando en un sillón junto al fuego de la chimenea, pero como apenas dormía se acercó al balcón y fijó sus ojos en el patio donde vio multitud de caprichosas aves. Entonces sitúa el autor a un hombre apodado “Tío Grillo” apostado tras la ventana de una panera próxima. De pronto al ver a Napoleón corrió en busca de una escopeta “de su amo”, se aseguró de que estuviera cargada y se disponía a hacer fuego sobre el emperador cuando le alcanza su amo, al que había advertido una criada, evitando “el criminal intento”.
A día de hoy, el primero que escribió sobre la llegada de Napoleón a la Villa y el atentado frustrado sobre el mismo fue Don Sabas José Becerril, Presbítero Beneficiado de la Santa Iglesia Catedral de Segovia, estudiante de Derecho en la Facultad de Madrid en 1869. El sacerdote “…sufre una triste y penosa enfermedad…” en 1877 y a lo largo de un lustro escribió “una novela piadosa” con intención apuntada por él, de que fuera: religiosa, piadosa y moralizante. Pero además aportaba una serie de relatos que sin duda tuvo que conocer de su familia paterna. Porque y esto es importante “El Sr., Baltasar de Becerril, era abuelo paterno del autor a quien le dedica a su memoria este recuerdo de cariño y gratitud”.
Porque su abuelo Don Baltasar, fue el alcalde recibido por el emperador poco después del fallido atentado. En el curso de Experto en Genealogía, Heráldica y Nobiliaria de la UNED realicé un estudio sobre la tradición militar inmemorial de la familia Becerril cuyo antepasado alcanzó la nobleza en la batalla de Toro de manos del Rey Fernando el Católico en el campo de batalla y uno de sus descendientes figura en el padrón de pecheros de 1545 en Villacastín y la continuidad de aquellos en la Villa ha llegado a nuestros días.
Algún paisano me dijo sobre el Tío Grillo, … esto es una invención, nunca ocurrió… Y alguno otro ¿Esto fue posible?…
Don Sabas escribió una novela y sabemos que las novelas pueden modificar o inventar su contenido y hay quien opina que los autores suelen recurrir a recuerdos o vivencias propias. Pero respetando la opinión de quien la tenga, yo apunto lo siguiente:
1.-La existencia de un ventanuco desde el que se divisaba el balcón, existió en realidad y físicamente la situación era posible, es histórico y así lo reseña el autor.
2.-Si Napoleón llegó al declinar de la tarde, al asomarse al balcón era ya de noche cerrada y las caprichosas aves estarían a buen recaudo o en las cazuelas de los franceses.
3.-La probabilidad de que Napoleón dormitara en un sillón y se acercase a contemplar el patio diré que del estudio minucioso de sus costumbres se sabe que se acostaba pronto y se levantaba a las 12 de la noche a leer los últimos informes de los comandantes de Cuerpo…
4.-El Cuartel General contaba con un servicio de protección extraordinario, muy numeroso y el edificio y patio de la casa no son grandes.
Ahora bien, no dudo que al alcalde le llegaría la noticia sobre el intento ¿o sobre la intención del Tío Grillo? por parte del dueño de la casa y en ocasiones, la realidad supera la ficción. El abuelo le contaría, entre otras muchas historias familiares, lo que le confiaron sobre aquel intento frustrado sobre Napoleón. Yo debo decir que en los años sesenta del siglo pasado, escuché la historia y ha formado y forma parte de nuestra memoria colectiva.
Don Sabas José Becerril amaba a Villacastín con sus restos de pasado esplendor, escribe en la novela una descripción apasionada de la iglesia parroquial aunque le hubiera desmentido “…que la construyó el célebre arquitecto…Juan de Herrera…”. Relacionó el abundante patrimonio inmobiliario y tenía el convencimiento de que Villacastín estaba desheredado por la fortuna…cuna de nombres ilustres (relaciona los que él conocía) y se quejaba amargamente de que la Villa permaneciera en el olvido.
El 2 de septiembre de 1852 Isabel II se alojó en la casa en que lo hizo Napoleón. La fachada estuvo bien decorada en recuerdo del acontecimiento. Hoy necesita una buena rehabilitación y una placa, que recordaría el hecho histórico.
Aunque el tema no sea desconocido, con estas líneas espero contribuir a difundir la historia local y que cada cuál sea dueño de formarse una respetable opinión.
FUENTE: https://www.eladelantado.com/opinion/tribuna/paginas-del-alma-el-tio-grillo/