INTRODUCCION
Leía hace poco en el Suplemento de ABC un artículo titulado “La generación sin esperanza” – –50 años y en paro-, que me causó una profunda impresión, pues uno de los entrevistados dice “lo peor es la vergüenza de verme como un inútil ante mi familia”.
Yo, que he tenido la suerte de tener un trabajo, y cual de ellos mejor, durante toda mi vida, tengo que dar gracias a Dios y, al proclamarlo públicamente, quiero llevar al ánimo de los que me escuchan la tragedia que supone el paro.
SEIS AÑOS DE CONCEJAL
A lo que vamos, he disfrutado en esta casa de momentos de gran satisfacción, la primera cuando, muy joven, tomé posesión del honroso cargo de concejal por el Tercio Sindical, a lo que pude acceder por haber sido elegido Enlace Sindical por mis compañeros de trabajo de la importante Empresa en la que ingresé de Botones cuando tenía doce años. ¡Seis años inolvidables!
Cuando el día 3 de febrero de 1952, ante el Crucifijo y con mi mano derecha en la sagrada Biblia, pronuncié: “Juro servir fielmente a España, guardar lealtad al Jefe del Estado, defender y fomentar los intereses del Municipio, mantener su competencia y ajustar mi conducta a la dignidad del cargo”, sentí como un escalofrío, tenía 24 años, me había quedado sin padre a los nueve y, aunque, según los que me incitaron, era un joven juicioso, en aquel instante adquiría una gran responsabilidad, y pensé ¿seré capaz de ajustar mi conducta a la dignidad del cargo de Concejal?. No sé si lo logré, pero os aseguro que mi empeño fue ser fiel a aquel juramento.
OCHO AÑOS DE FUNCIONARIO
Cambió mi vida, oposité, y el 16 de agosto de 1960, tomé posesión de funcionario de este Ayuntamiento y como prueba de confianza, que agradecí siempre, se me destinó a la Depositaría de Fondos municipales, pasé, en aquellos ocho años, por casi todos los negociados, incluso le llevé la Secretaría al Alcalde Foncuberta, de feliz memoria, aún recuerdo cuando me llamó y me dijo: Tomás Maestre va a presentar el Plan de urbanización de La Manga y me ha pedido: un despacho, una máquina y un funcionario de confianza que escriba a máquina, el despacho será el mío, la máquina la más moderna del Ayuntamiento, y el funcionario serás tú, y, aparte de mi satisfacción por la deferencia, aquello me proporcionó la oportunidad de ser el primero en conocer tan ambicioso proyecto.
FAMILIA
Durante mi etapa de Concejal, contraje matrimonio y nacieron mi hija y mi hijo, siendo funcionario nacieron mis otras dos hijas, la vida me trajo pruebas muy duras, pero mentiría si dijera que no tuve una vida dichosa.
Disculparme este pequeño desahogo, pero es el momento de las verdades, siempre añoré que mis cuatro hijos, que su madre y yo educamos en los valores tradicionales, …su amor a San Javier vino por añadidura…, no pudieran disfrutar a sus abuelos, aquellos dos excelentes caballeros, Adolfo Ros Abadía, Veterinario de San Javier y de San Pedro del Pinatar y Moisés Gallego Cegarra, carpintero, administrador de las propiedades de Don José María Barnuevo, sucediendo a su padre, y en un tiempo, Concejal y también Alcalde de Santiago de La Ribera.
VEINTIUN AÑOS DE CRONISTA OFICIAL
El 24 de junio de 1993, por acuerdo de la corporación, fui nombrado Cronista Oficial de la Villa, singular cargo en el que me sentí arropado por toda mi familia, y que me ha deparado y sigue deparándome muchas satisfacciones, ahí es nada ser cronista de tu pueblo y si ese pueblo es San Javier, para qué decir…, además, de la mano de mi recordado amigo, Rafael Mellado, ingresé en esa gran familia que es la Asociación Española de Cronistas Oficiales, que ha merecido el título de Real, y más tarde en la de los Cronistas murcianos, del brazo de José Antonio Melgares, pues se nos recibe en todas partes con las mayores deferencias, incluso he tenido el honor de ser portador de delicados obsequios del Ayuntamiento y de la Academia General del Aire, que me confíaron sus Alcaldes y sus Coroneles Directores y también de la Comunidad Autónoma y que sus destinatarios recibieron, entre el asombro y la complacencia, ya que, en cuanto a los segundos, soy el único que puede hacerlo, no todos los cronistas tienen una Academia General del Aire en su municipio.
Ya ejercía como tal, pues, Doña Antonia Cler, entonces Concejal de Cultura, cuando los medios de comunicación venían para hacer reportajes relativos a nuestra historia y costumbres y le pedían que estuviera presente el Cronista de la Villa, como no había, me llamaba a mí, por cierto, la felicitamos efusivamente, pues, por aclamación de todos los vecinos, el Ayuntamiento de Javier de Navarra, le ha concedo el título de Hija Adoptiva.
MEDALLA DE PLATA Y NOMBRAMIENTO DE HIJO PREDILECTO
Hoy, cuando tengo el alto honor que se me imponga la Medalla de Plata de la Villa y se me nombra Hijo Predilecto, y se habla, entre otras muchas cosas y buenas, del amor y fidelidad a mi tierra, mi gran satisfacción y mi orgullo son inenarrables pues f ui afortunado al nacer en una tierra, que si de ella no manó leche y miel, vive una gente maravillosa, que, en su grandeza, es capaz de multiplicar por cien cualquier cosa que se le haga por pequeña que sea.-
VEINTICINCO AÑOS RETIRADO
Conversaba con unos amigos sobre el tema de qué hacen los que se retiran, enseñé el reloj que mis compañeros de la CAM me regalaron el 31 de marzo de 1989 y al darme cuenta que se habían cumplido 25 años, pensé ¿cómo he pasado este tiempo? y me contesté, este tiempo lo he dedicado a mi familia, pero quizá, aun más, a mi pueblo.
GRATITUD
Mi gratitud más efusiva a la Corporación Municipal, a cuantos funcionarios han trabajado en ello y también a todas las personas de mi afecto que, al enterarse, me han honrado adhiriéndose con sendos escritos a la feliz iniciativa de nuestro Ayuntamiento.-
LA MANGA, CINCUENTA AÑOS DESPUÉS
Sería una ingratitud no hacer memoria en estos instantes de aquel 13 de julio de 1972 en que esta casa se engalanaba para nombrar hijo adoptivo de San Javier y entregarle la Medalla de Oro de la Villa a don Tomás Maestre Aznar, recordando asimismo aquella importantísima sesión de nuestro Ayuntamiento de 8 de septiembre de 1964 aprobando el Plan de Ordenación de La Manga del Mar Menor, que tanta riqueza y señorío nos ha traído en estos 50 años.
DESPEDIDA
Señoras, señores, amigos todos: En nuestro rico idioma, tan maltratado últimamente, no encuentro palabras para expresar lo que siento en estos momentos.
Gracias, muchas gracias a todos por haber venido.- Os pido mis disculpas por esta perorata…