POR SANTOS BENÍTEZ FLORIANO, CRONISTA OFICIAL DE CÁCERES.
Está situado en la calle General Ezponda, junto a la Iglesia de Santo Domingo, cerca de la Plaza Mayor, extramuros de la Ciudad Monumental Cacereña, en la judería nueva de Cáceres. Es conocida como la “Casa de los Trucos”, como después veremos y “Casa de la Iglesia” por ser esta su función actual al ser propiedad de la Diócesis de Coria-Cáceres.
Su construcción data del siglo XV cuando el banquero judío y último rabino cacereño Sergas Cohen mandó edificar su casa fuera del recinto amurallado. Pero al decretarse la expulsión de los judíos en 1492 por parte de los Reyes Católicos, tienen que vender la casa a Diego González Messía, casado con María de Ovando. Su nieto, Diego Messía de Ovando reformó el edificio a comienzos del siglo XVI, pasando después a manos de la familia Velázquez Dávila y estos se la vendieron en 1595 al Obispo Galarza.
D. Pedro García de Galarza, Obispo de Coria número 72, inicia la reforma de la casa siguiendo el estilo plateresco imperante en la época. A partir de entonces la casa es conocida por su nombre. D. Pedro fue un gran mecenas de monumentos en la ciudad de Cáceres como el Palacio Episcopal o el desaparecido Seminario. Estuvo al frente de la diócesis 24 años.
Exteriormente encontramos una espectacular alta torre desmochada construida en el siglo XV, de mampostería y sillares en las esquinas con galería superior; siendo integrada posteriormente en el palacio contiguo en el lateral en el siglo XVII.
En la torre destaca una bella ventana esquinada de estilo renacentista, con mainel de mármol, capitel corintio y arco de medio punto a dos haces enmarcado por dos pilastras y entablamento rematado por flameros y decorado, todo ello, con relieves de grutescos protorrenacentistas y un escudo de Galarza. Más abajo nos encontramos con una balconada que recorre todo el perímetro de la torre sustentada por modillones.
El patio es muy bello por el juego de sus arcos escarzanos sobre cinco columnas y el antepecho corrido con relieves de grifos, jarrones, temas vegetales, etec, de época protorrenacentista, más el escudo de Galarza (Una garza atravesada por una banda con la inscripción «Ave María»). (Varios Autores: Monumentos Artísticos de Extremadura).
Felipe II en su visita a Cáceres en el año 1583 se alojó en el Palacio Episcopal, situado en la Plaza de Santa María. Pero podemos preguntarnos: ¿A qué vino Felipe II a Cáceres? y ¿Por qué se hospedó en el Palacio Episcopal?
Hay que recordar que Felipe II luchó contra Antonio de Portugal, Prior de Crato, hijo del Infante D. Luis y de la judía Violante Gómez, para conseguir el trono portugués. Los nobles portugueses apoyaron a Felipe II y el pueblo portugués a Antonio.
El 12 de septiembre de 1580 las tropas de Felipe II dirigidas magistralmente por el Duque de Alba invaden Portugal tomando Lisboa y proclamando a Felipe II como Rey de Portugal, estando unidos sesenta años hasta 1640.
Pero al enterarse el Rey que Antonio tenía un hijo bastardo en Barcelos y temiendo que el pueblo se uniera a él y creara una revuelta, mandó a un grupo de tercios españoles para secuestrarlo, llevarlo a Cáceres y entregárselo al Obispo para que lo custodiara, con una carta donde le pedía tres cosas: que el niño creciera y se educara como uno más de sus siete sobrinos (recibiendo educación de noble), que nunca se le dijera su origen portugués ni supiera quien es y que se tuviera el máximo celo para que no se relacionara con ningún portugués de la Villa.
Parece ser que el niño vivía en la “Casa de los Trucos”, propiedad del Obispado, llamada así porque uno de sus dueños anteriores el judío Sergas Cohen había construido en el palacio multitud de habitaciones secretas y pasadizos.
La historia cuenta, sin haberse podido demostrar, que el Obispo Galarza había mandado edificar un pasadizo secreto desde el Palacio Episcopal hasta la Casa atravesando la Plaza Mayor. Felipe II pasaría por este pasaje subterráneo para poder ver al niño sin que éste se diera cuenta de su presencia.
Nada sabemos de la historia de este niño; unos dicen que se hizo noble y que se casó, por lo que muchos cacereños podrían tener sangre real portuguesa; otros que fue un destacado clérigo, etc., lo cierto es que no tenemos ningún documento que lo acredite.
Este Palacio ha tenido multitud de dueños y ha sido utilizado para diversas actividades. Ha sido local para jugar al billar, farmacia, colegio para niños, casa de vecinos, garaje de automóviles, fonda, almacén, imprenta, hasta que en los años 60 del siglo XX surge el colegio y residencia femenina de las Damas Apostólicas. Las Damas vendieron en 1996 el palacio al Obispado y actualmente es la Casa de la Iglesia, inaugurada por el Obispo Ciriaco Benavente en el año 2006, donde se desarrollan multitud de actividades diocesanas.
Fuente: Santos Benítez Floriano Cronista Oficial de la Ciudad de Cáceres.