POR SANTOS BENÍTEZ FLORIANO, CRONISTA OFICIAL DE CÁCERES.

En la Plaza de Santa María, donde Alfonso IX repartió los terrenos entre las familias nobles de León que le acompañaron en la Reconquista para su repoblación, aparece el palacio de Mayoralgo, construido en los siglos XV y XVI, poseyendo un patio mudéjar del siglo XIV.

La familia propietaria del Palacio, descendiente de Blasco Muñoz procedente de Ávila, se estableció en Cáceres en el siglo XIII empezando a edificar el Palacio, por eso el apellido original de la familia fue Blázquez.

En 1364 el propietario del Palacio Diego García, después de numerosos pleitos, fundó un importante mayorazgo que fue el primero de la provincia y de los más antiguos de España. El mayorazgo es una institución jurídica medieval del antiguo derecho castellano para mantener todos los bienes de una familia vinculados en el heredero mayor de los hijos, en el primogénito, de forma que todo el patrimonio familiar no se dividía.

Los cacereños comenzaron a llamarle “Diego el del Mayoralgo”, por lo que el nombre de la institución que fundaron se convirtió en el apellido de la familia.

La fachada, construida entre los años 1534 y 1538, está en la actualidad reformada ya que quedó totalmente destruida por una bomba de la aviación republicana durante la Guerra Civil Española en el año 1937; presentando una estructura sobria y robusta a la vez.

Consta de una espectacular portada principal de arco de medio punto con dovelas sencillas no resaltadas. Por encima a ambos lados existen dos preciosos escudos de los Mayoralgo, partido dimidiado (partido por la mitad) formado por la unión de dos medias figuras: medio águila y media torre.

Todo enmarcado en un enorme alfiz que parte la fachada en varias partes: en la parte central existe un gran escudo renacentista con las armas de Mayoralgo, coronado por un yelmo del que surgen tallos que terminan en figuras de angelitos y dragones. A los pies encontramos una inscripción en latín con dos salmos de la Biblia que hacen referencia al escudo, que traducida al castellano dice: “Sé Tú Señor para nosotros torre de fortaleza y se renovará como la del águila, nuestra juventud”.

En ambos laterales de este gran escudo central aparecen dos ventanas geminadas, de arco bilobulado, con mainel central en mármol y arcos de medio punto…(Continuará).