POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)

Cuando en el año 2003 Editorial Everest, S.A. me encargó prologar el libro «COCINA TRADICIONAL DE MURCIA, de Mª Adela Díaz Párraga, libro que amplía y completa los de Juan García Abellán («Murcia, entre bocado y trago»-1965) y de Mª Jacoba López e Ismael Galiana («Guía Gastronómica de la región Murcia»- 1981), me encontré con un postre típico murciano, el PAN DE CALATRAVA, cuyo nombre me resultó extraño.

¿Por qué Calatrava en Murcia?

¡Hay que investigar el caso!, me dije.

Y, dicho y hecho, esto fue lo que llegué a saber.

¿Se acuerdan que el otro día (3 de febrero) al comentar las rosquillas de San Blas, les contaba cómo en 1132 el rey de Castilla y León Alfonso VII, en su visita a Oviedo, conoció a doña Gontrodo, guapa moza, de la que hubo una «hija de ganancia», doña Urraca, que al correr de los años se tituló Reina de Asturias?

Bueno, pues este rey, braguetero y batallador, en 1147 rescató para «la cristiandad» la plaza de Calatrava, cercana a Ciudad Real y «puerta de entrada» para una futura reconquista de Toledo. Con el fin de asegurar esta «punta de lanza», encomendó su defensa, en 1150, a la Orden del Temple cuyos miembros renunciaron al encargo real en 1158.

Y aquí viene lo bueno.

Resulta que en 1140 se fundó en Fitero (Navarra) el Monasterio Cisterciense de Santa María la Real, cuyo Abad, Raimundo, tenía entre sus monjes a Fray Diego, un antiguo y heroico soldado. Y el abad Raimundo (luego santo, canonizado en 1719 por Clemente XI) se traslada a Ciudad Real y crea la Orden de Calatrava, religioso-militar (año de 1 158), para la defensa contra el árabe invasor.

Esta Orden, aprobada en 1164 por el Papa Alejandro III, existe actualmente con carácter honorífico, siendo su Gran Maestre, desde el siglo XV , el titular de la Corona de España.

¿Y esto que tiene que ver con el dulce que comentamos?

La Orden de Calatrava tuvo su presencia en Murcia, concretamente en Abanilla, desde el siglo XVII y siguiendo las normas conventuales de «ora et labora» y a la vez, ahorra, se consiguió elaborar una deliciosa dulcería con el pan sobrante de días anteriores.

De ahí el nombre de PAN DE CALATRAVA.

¿Cómo se elabora?

Sigo la receta de Adela Díaz Párraga:

Se carameliza un molde desmontable (circular, trapezoidal, troncocónico…) y se cubre el fondo con dos capas de pan de molde. Se empapa bien con parte de un batido, hecho en un cuenco, a base de medio litro de leche, 4 huevos y 250 g de azúcar.

Se pone otra capa de pan de molde y se baña con el resto del batido.

Cuece todo al baño maría hasta que cuaje perfectamente. Enfría y se desmolda.

Como ven, es un a modo de pudding (pudin o budin) de pan, que ustedes pueden preparar con bizcocho, magdalenas, soletillas, bollo suizo, etc.