POR PEPE MONTESERÍN CORRALES, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Mi padre, que falleció poco antes de la cena del 31 de diciembre de 2006, una vez cuadró el balance del curso, como buen profesor mercantil, cumple hoy cien años.
Nació al poco de morir Apollinaire, con el fin de la I Guerra Mundial, el día de la Esperanza. Cuando se fue de luna de miel (mi madre cumplirá 99 en enero, si Dios quiere) sus compañeros del coro Santiago López le cantaron en la estación de Pravia aquella de Martí: “Aquí falta señores una voz / tan pura y melodiosa / tan bella y armoniosa…”.
No afinó España en estos 12 años, tampoco Asturias ni yo, pero seguro que mi padre, tesorero cuando la restauración de la Cruz de la Victoria, modernizó la contabilidad celestial. ¡Extraño su voz! Apollinaire me recomendó que no llevase a todas partes el cadáver de mi padre; en cambio, hoy deseo que este periódico de tanto alcance lo lleve y lo conmemore.
Fuente: https://www.lne.es/blogs/la-mar-de-oviedo/papa-cumple-100-anos_1.html