POR JUAN FRANCISCO RIVERO DOMÍNGUEZ, CRONISTA OFICIAL DE LAS BROZAS (CÁCERES)
Siendo párroco de la iglesia de Santiago de Cáceres donde estuvo desde 1910 hasta 1917, don Feliciano Rocha Pizarro, ilustre hinojaliego, tuvo una interesante intervención en el centenario de los Padres de la Preciosa Sangre en el año de 1915, según cuenta en su blog el periodista Juan de la Cruz.
En agosto de 1815, el italiano Gaspar de Búfalo fundó esta orden religiosa de los Padres de la Preciosa Sangre, de tipo misional. A Cáceres llegaron tras la cesión de la Casa del Sol y la Cuesta de la Compañía a la orden religiosa por parte del rico hacendado cacereño Vicente Mariano de Ovando Solís Perero Maraver y Aponte (1783 – 1864), gentihombre del rey Fernando VII, pero que se estuvo que exiliar a Italia por ponerse a favor de su hermano Carlos María Isidro de Borbón y en contra de la princesa Isabel, quien luego sería Isabel II. En Italia conoció la magnífica labor de esta orden religiosa y logró traérsela a Cáceres, quien también poseía la iglesia de San Francisco Javier.
Al centenario llegó el nuncio de Su Santidad, Francesco Ragonessi, quien con el tiempo llegaría a ser cardenal y prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica. El pueblo de Cáceres se echó a la calle, el ayuntamiento construyó varios arcos, uno de ellos en la plaza mayor, como puede verse en la foto, y en agradecimiento el alcalde de la ciudad, quien por entonces era Jerónimo Jacinto Carvajal Jiménez, regaló, a instancia del párroco de Santiago, Feliciano Rocha Pizarro, el libro «La Iglesia de Santiago de los Caballeros de Cáceres. Descripción histórico-artística», escrito por Antonio C. Floriano. El libro se imprimió en la oficina tipográfica de Santos Floriano y con encuadernación a cargo de Maese Fidel Ximénez. Al final del libro reza: «Era del Nascimiento de Nro. Señor e Salvador. JHS. XPO. MCMXV. Laus Deo». Gaspar de Búfalo fue canonizado en 1954 por el Papa Pío XII.