POR FULGENCIO SAURA MIRA  CRONISTA DE ALCANTARILLA Y FORTUNA (MURCIA).

Hay costumbres que por causas imprecisas se van adaptando a regiones distintas, toman carácter y cobran realidad en los pueblos. Tal sucede con la vieja tradición  madrileña que proviene del siglo XVII “partir la vieja” cuando ya está avanzada la Cuaresma, que en acerbo popular se representaba con siete piernas portando sardinas.

Una figura que el mismo Goya expresa en sus aguafuertes de forma trágica que impacta, como una vieja que es aserrada por su mitad en efectos de pintura negra. El pueblo madrileño se quejaba de la largura de este tiempo de ayuno donde la carne se entumecía en el lagar del olvido, harto estaba de llevar a la boca tan solo sardinas y sopa boba; que necesitaba masticar otro tipo de pitanza, comer y beber hasta el hastío emulando  los personajes de la égloga de Antruejo de Juan del Encima, lo de comamos y bebamos que mañana ayunaremos. Una tradición que en sentir de caro Baroja  todavía se viene haciendo en pueblos de España. Lo curioso es que este evento entre trágico y cómico se desarrolla también en la región murciana en algunos pueblos mediante una forma de pergeño de un pelele que se pone en plazas y balcones a mitad de Cuaresma,  figuras de cartón ataviadas con trajes de colores, que dejan impacto y advierten de algo.

Nosotros en un libro sobre Abanilla “ Carnaval y Semana Santa de Abanilla” prologado por Flores Arroyuelo, indagamos sobre esta tradición  en el pueblo apartado de Abanilla, vieja Fabaniella de la Orden de Calatrava, de tanta historia como desconocida. Un pueblo acogedor que siempre estimula recrearse con su paisaje bíblico. Pues que en sus pedanías ,tan ricas y envueltas en costumbres y leyendas , como sus nombres indican, nos llevan a una etapa morisca; las de Ricabacica, El Sahués, Mafraque, Mahoya donde se celebra el Baño de la Santa Cruz, o las más alejadas de  Macisvenda, Barinas o El cantón que  respira a cantera. Que en llegando estas fechas recargan tintas en sus víejas costumbres, ponen en los balcones de sus casas, en la plaza de Abanilla, junto al Ayuntamiento, unas figuras ataviadas con caretas, a veces quedan como espantajos en   las encrucijadas indicando al caminante algo, se disponen junto a las fachadas de las casas con una dignidad envolvente.

Son a modo de peleles, parejas de ancianos  bien pergeñados  según la costumbre del lugar, pantalón y falda sosteniendo una muñeca, utilizando en el rostro una careta con ojos saltones, brazos desplegados o juntos en trazos de colores brillantes. A veces se yerguen en los balcones dando constancia de la llegada de un momento especial de la Cuaresma,  donde  los críos y jóvenes  festejan yendo  de casa en casa  con  expresiones “ Tu eres la vieja pelleja”, en solicitud de cierta dádiva.

Todo un encanto en la construcción del pelele recogiendo trapos sumidos en el arcón, donde impera la gracia que hemos recogido en lienzos y acuarelas en el libro indicado, a veces en tonos solanescos que pueden verse en una sala de la Asociación abanillense  Musa- Ben –Nusair. Figuras de pajas o trapos que la gente de estas aldeas alejadas como  en El Cantón realizan cada año en estas fechas, y que en el libro citado relato como los nombres de los vecinos que intervienen. Nos enteramos que se han formado una asociación de vecinos que van a rememorar el evento este año basándose en los datos investigados, lo que nos agrada para bien de Abanilla y su acerbo patrimonial.

FUENTE; FS.