POR JOSÉ ANTONIO FIDALGÓ SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)

Por Colunga suele decirse que «al inviernu nunca lu come el llobu», expresando con ello que o más temprano o más tarde los vientos, las lluvias y las nieves no han de faltar en los meses que van de diciembre a marzo.

También advierte el refranero que «por San Blas la cigüeña verás; y si no la vieres, año de nieves».

Como San Blas (3 de febrero) es el próximo miércoles y el tiempo meteorológico amenaza nevadas y fríos, pues habrá que ir otra vez al refranero que, en este caso, pronostica venturas: «Año de nieves, año de bienes».

Y nosotros, a lo nuestro, que hay que alimentar espíritus y cuerpos, tal como advertía San Blas; o, mejor, DON BLAS, porque además de santo fue MÉDICO.

En días tan fríos y ventosos como estos que vivimos (ahora se dice ciclogénesis explosiva, que suena como más culto) el «cuerpo» nos pide guisos fuertes, sustanciosos, calientes, energéticos… ¡Hombre!, ya se sabe que fabadas y potes de berzas con abundancia de compango, son platos que «privan»; pero, ¿cómo no recordar aquellos otros más sencillos, más populares, más humildes, que alegraban y daban calor en estos días invernales?

Las PATATAS A LA RIOJANA cumplen esa doble misión de «alimentar» y «calentar», además de exigir poco coste en sus materias primas y fácil elaboración.

Y ¿en qué consiste este tan alabado plato que la Comunidad Riojana pregona como una de sus riquezas culinarias?

Pues muy sencillo: ¡¡¡PATATINES CON CHORICÍN!!!, que decimos en Asturias.

Háganlas así: En una cacerola con aceite rehoguen 3 dientes de ajo y un chorizo (o dos) cortado en rojadas; añadan las patatas escachadas en trozos mediano-pequeños, un poco de pimentón «agridulce» (semipicante), sal, media hojita de laurel y vuelvan a rehogar el conjunto. Cubran con agua y dejen cocer a fuego moderado.

Y, como siempre, mi «confidencia»: A mi gusto tales «patatines con choricín» ganan mucho si se complementan con un poco de arroz. Yo lo dice la copla: «Patatas con arroz / que pican, que rabian, / que dan al corazón».

¡Feliz día ciclogénico!