POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Ayer, dando una «tourné» por diversos supermercados gijoneses, me entretuve -curioso que es uno- en ver precios de pescados y mariscos para comparar la actualidad del hoy con los recuerdos del ayer.
¡Horror, terror y furor!, exclamé espantado cuando vi «unes llámpares» ofertadas de 12 euros/kg.
¡No es posible esta visión!, me dije.
Sigo observando y, ¡oh Dios mío!, descubro que los oricios foráneos alcanzan un precio de 15 euros/kg; y los berberechos (virigüetos para los asturianos) se vendían a 10 euros/kg…
¡Madre del Verbo Divino!
Asómbrense: los 15 euros de 1 kg de oricios de hoy (aproximadamente una palada) daba para comprar ¡¡¡ 100 !!! paladas (casi dos sacos) cuando se vendían a 25 pesetas (15 cts. de euro) la palada.
¿Y saben qué? Pues que el pescado más asequible, fresco, apetecible y tentador eran la pescadilla y la barbada del Atlántico.
Y yo, ¡a la barbada para prepararla en salsa verde al aroma de sidra!
De repente me acordé que hacía unos días un buen amigo, pescador de «pedreru», me había regalado un pulpín de algo más de 1 kg capturado en el «mio pedreru de San Juan de Duz, por la zona del «pegollín».
¡Coña!
Hoy que Tineo está de fiesta de POTE DE BERCES CON BUTIETSU Y CHOSCO y la próxima semana Huerres (en Duz-Colunga) festejará a los oricios (arancinos, arcinos o aleznes), yo , aunque sólo sea por «llevar la contraria», voy a guisar un PULPU CON PATATINES.
Dicen los pulpeiros (polbeiros) expertos que el estandarte de la cocina del pulpo, por antigüedad histórica y por comodidad de trabajo, es la preparación A FEIRA; pero que nunca deben olvidarse los guisos de «garbanzos con pulpo» y, por supuesto, el pulpo con patatas tal como lo preparan en el municipio costero de Mugardos, próximo a El Ferrol (La Coruña)-
Carmen Prada, en RECETAS DE COCIÑA GALEGA (Galaxia. Vigo 1990) nos da esta receta.
«Cocíñase o polbo (de l,5 kg para seis persoas) meténdoo e tirándoo de auga fervende sete veces. Déixase cocer con dúas follas de loureiro e unha cebola.
Logo de cocido, tírase da pota e na auga que deixa bótanse as patacas partidas en dos anacos. Escóanse despois de cocidas, póñense nunha prata e sobre elas o polbo xa cortado. Na tixola faise un refrito de cebola ew pementón e con él cóbrense as patacas e o polbo. Sérvese.
Hai que ter o conta que o polbo non debe de ter sal durasnte a cocedura; bótaselle despois de tirado da ola.
Nosotros, en mi casa, nos alejamos un poco de esta pauta.
Ya cocido el pulpo en olla con media cebolla y sin laurel (previo congelado durante unos días), lo corté en trozos medianos y reservé con su agua.
Aparte, en cazuela con aceite, preparé un sofrito con cebolla muy picadina, medio pimiento rojo, un diente de ajo (picados en menudo) y una cucharadita de pimentón dulce. Añadí el pulpo y rehogué todo el conjunto bañando con medio vaso de vino blanco castellano. Agregué un poco de agua de cocción del pulpo y deje que todo diera unos breves hervores. Rectifiqué de sal.
Aparte, en sartén con aceite, freí unas patatas cortadas en cuadrados pequeños y, ya doradinas, las incorporé al guiso del pulpo.
Dejé reposar… ¡y a comer!
Acompañé con un exquisito vino tinto de Cangas del Narcea bebido en «cachu» de castaño.