POR SANTOS BENÍTEZ FLORIANO, CRONISTA OFICIAL DE CÁCERES

La Reina Isabel la Católica dictó una Ordenanza en Cáceres el día 9 de Julio de 1477 donde se determinaba la constitución del Ayuntamiento de Cáceres, señalando los cargos que habrían de regirlo y señalando las normas de elección y características de cada uno de ellos.

De ese mismo día tenemos el Acta de la ceremonia de nombramiento y constitución del Concejo de la Villa de Cáceres presidida por la propia Isabel la Católica, siguiendo lo señalado en las Ordenanzas de los oficios concejiles.

Entre estos cargos aparece un Alférez, que debería ser elegido por los regidores anualmente el primer día del año. Estos elegían dos personas para los puestos de Mayordomo y Alférez de la Villa y echándolo a suertes entre sí se nombraban los dos.

El Alférez era el oficial responsable de las milicias concejiles y en los actos públicos del Concejo, llevaba la bandera de la Villa, como lo sigue haciendo ahora el concejal más joven de la Corporación Municipal el día del patrón San Jorge.

Alzaba el pendón real en las aclamaciones de los reyes, tenía voz y voto en las reuniones del cabildo del ayuntamiento cacereño, sitio destacado y podía entrar con su espada al cabildo.

Pero ochenta y nueve años después, el Rey Felipe II decidió cambiar las leyes y nombró a Pedro Rol de Ovando y de la Cerda, Alférez Mayor perpetuo de la Villa. Llegando, como señala Rubio Rojas, a producirse una novedad en la extracción social del cargo, ya que lo habían desempeñado personas que no formaban parte de la clase nobiliaria y ahora Pedro era un representante de la clase noble.

Pedro Rol fue Caballero de la Orden de Alcántara y casó con Mariana de Galarza y Leyba; era hijo de Pedro Rol de Ovando y de Teresa Rol de Ovando y Cerda.

Con Pedro el cargo quedaba vinculado a su familia que lo ostentaría hasta el siglo XIX, siendo los guardadores del conocido Pendón de San Jorge y del resto de pendones, banderas, atabales e insignias del Concejo Cacereño.