POR ANTONIO LUIS GALIANO, CRONISTA OFICIAL DE ORIHUELA

En alguna ocasión se me ha oído decir que en Orihuela existe una calle que podíamos calificarla como la del ‘Arte’: la calle del Río. No me equivoco en ello, si tenemos en cuenta que, en distintos momentos, en ésta nacieron o vivieron una serie de artistas ligados al mundo teatral, musical o cinematográfico que llegaron a gozar de fama nacional e internacional. Recordemos que, precisamente, al principio de la misma, esquina al Puente de Poniente tenía su bodega el padre de la famosa Sarita Montiel, Antonia Abad en la pila de bautismo; en la Casa del Paso, en la que se ubicaba la Casa Cuartel de la Guardia Civil, nació José Marco Davó, empresario y actor de teatro y de cine. En esa misma calle vivió el primer violín de la Orquesta Nacional y compositor Daniel Antón, así como el actor de teatro y cine nacido en Aspe Antonio Prieto Puerto (Antonio Prieto). El 22 de octubre de 1908, en el número 9, en la que su familia regentaba una casa de comidas, nació Pedro Sánchez Terol, conocido en el mundo artístico como Pedro Terol. Si bien es mundialmente célebre por sus actuaciones como barítono tanto de zarzuela, opera y canción melódica, así como empresario, existe una faceta dentro de su vida artística poco conocida, como es la de actor cinematográfico. Esta ignorancia es debida a que ésta se desarrolló de manera esporádica en los primeros años de su consolidación en los escenarios españoles. Llegó a interpretar entre cortometrajes y largometrajes según tenemos investigado, entre los años 1932 y 1946, un total de catorce películas, de las cuales ‘La canción de mi vida’ o ‘Quiero vivir y amar’ (1936) no llegó a estrenarse. Eran los momentos del cine español en que actores y actrices, procedentes del cine mudo y del teatro, alternaban con otros pioneros del cine sonoro, como es caso del propio Terol, el cual desde el primer momento, fue contratado como galán y primera figura, avalado por su extraordinaria voz, físico y calidad interpretativa, ocupando un lugar privilegiado en el mundo del celuloide español, de la mano de directores como José Buch, Richard Harlan, Fernando Delgado, Ignacio F. Iquino y Rosario Pí, entre otros. Precisamente con Buch, protagonizó su primera película, ‘Carceleras’ dándose la coincidencia de que era la segunda vez que éste la dirigía, puesto que lo había hecho en versión muda años antes. La versión con Pedro Terol fue la primera película hablada y cantada en castellano. Alternó con actrices de la talla de Raquel Rodrigo, Pilar Soler Leal, María Arias, Concha Catalá, Carmen Navascués, Consuelo Cuevas, María Mercader y Estrellita Castro.

Con ésta protagonizó una de sus últimas películas, ‘La patria chica’ (1943) dirigida por Fernando Delgado, en la que se viven las peripecias de un grupo folklórico español en gira por Francia, que se queda sin recursos económicos al fugarse el empresario con toda la recaudación, viéndose obligados los artistas a recurrir a su imaginación para poder sobrevivir. Esta película, al igual que ‘La Reina Mora’ (1936) todavía se están reponiendo en algunas cadenas de televisión. Esta última, fue estrenada en Madrid y Barcelona durante la Guerra Civil, al igual que ‘Diego Corrientes’ y ‘Los héroes del barrio’, ambas de 1936. De igual forma, en 1937 rodó en Barcelona ‘Molinos de viento’, siendo estrenada en Madrid dos años después. Es de destacar que fue dirigida por Rosario Pino, primera mujer española directora de cine, así como la primera opereta española llevada a la pantalla, que fue comercializada en el extranjero con el título de ‘Molinos’. Con anterioridad a la Guerra Civil, intervino como ya decíamos en ‘Carceleras’, rodada en exteriores en el campo cordobés, y en la que tuvo como doble, dando unos ‘trapazos’ sin estilo, el que después sería el gran matador de toros Manuel Rodríguez ‘Manolete’. Así como, en los cortometrajes, ‘Besos en la nieve’ (1932), rodada en la Sierra de Guadarrama y proyectada de estreno en el Teatro Circo en octubre de 1934; ‘Ir por lana’ de Cifesa, catalogada como una «semi-comedia musical», con una duración de 20 minutos y que se visionó en el Salón Novedades el 30 de septiembre de 1935; ‘De Madrid al cielo’, cuya proyección estaba anunciada en este último local para la temporada 1935-1935.

La filmografía de Pedro Terol se completa con las películas: ‘Cueva de ladrones’, rodada en 1945-1946; ‘Socorro en Sierra Morena’ del año 1936; ‘Una morena y una rubia’ (1933), que fue estrenada el día de Reyes de 1934 en el Salón Novedades, y en la que se vive una historia de «amor, celos, frivolidad, inconstancia y sacrificios»; ‘Odio’, basada en una novela de Wenceslao Fernández Flórez, y de cuya producción el propio Pedro Terol declaraba en una entrevista efectuada para la revista Radio Alicante el 30 de septiembre de 1933, que estaba «verdaderamente entusiasmado» y que esperaba que fuera uno de los mayores éxitos del cine español. El trabajo cinematográfico de nuestro paisano se completa con ‘Los héroes del barrio’ y ‘Diego Corrientes’ ambas de 1936, encontrándose esta última en pleno rodaje en Barcelona en el mes de julio de ese año. En la primera se ofrecían deslumbrantes números de revista, con la intervención de un buen número de niños de ambos sexos de siete a doce años.

Sirvan estos datos para un mayor conocimiento del oriolano Pedro Terol, cuyo nombre lleva el Conservatorio Profesional de Música de Orihuela y una de nuestras calles desde 1980. Por otro lado, en 1972 fue nombrado Caballero de San Antón y desde, 1996, fue distinguido como Hijo Predilecto de la Ciudad de Orihuela.

Fuente: http://www.laverdad.es/