POR MARI CARMEN RICO NAVARRO, CRONISTA OFICIAL DE PETRER (ALICANTE)
En Petrer desde siempre ha existido devoción por San Antonio de Padua cuya festividad conmemoramos hoy. La antigua Parroquia San Bartolomé Apóstol Petrer ya contaba con una imagen del santo que se llevó a la ermita de San Bonifacio, junto al resto de imágenes, mientras duraron las obras del nuevo templo que fue bendecido en 1783. A lo largo de la historia las imágenes con sus respectivos altares contaban con el patronazgo de las familias más influyentes y adineradas del pueblo y sabemos que la primera imagen de San Antonio de Padua perteneció al Dr. Juan Francisco Rico Vicedo, abogado de los Reales Consejos.
Desconocemos los motivos por los que a principios del siglo XX se adquirió una nueva imagen del santo y se colocó un “nuevo altar gótico” en la capilla de la comunión que ocupó el lugar donde con anterioridad estaba el cuadro del santo, junto a los cepillos. El cuadro estaba situado arriba del altar de la Virgen del Rosario. En el altar mayor de la parroquia se realizaron obras que dieron comienzo en 1914 y finalizaron en 1916. Sabemos, gracias al presbítero D. Conrado Poveda, que ambos altares, el mayor y el de San Antonio, con su imagen, fueron bendecidos por delegación del obispo de Orihuela y se inauguraron el 25 de julio de 1916.
San Antonio tenía en Petrer su propia cofradía y en la década de los años 20 y 30 del pasado siglo, para conmemorar su festividad su imagen se colocaba durante el novenario que se celebraba en el altar mayor de la iglesia. El traslado del santo se hacía desde la capilla del sagrario y también se realizaba una procesión que recorría las calles de Petrer. Durante la Guerra Civil la imagen fue destruida y, tras la contienda, el 13 de diciembre de 1939, fue bendecida una nueva imagen que adquirió en Bilbao el ingeniero petrerense D. Luis Andreu Navarro.
En el aspecto más lúdico y ancestral la festividad de San Antonio siempre se ha celebrado y vinculado a la costumbre de encender hogueras. Los más mayores coinciden en que las hogueras en Petrer siempre se hicieron en el mes de junio, la noche anterior al día 13, festividad de San Antonio de Padua, y recuerdan cómo iban por las calles pidiendo leña y otros objetos para quemar con la cantinela de “Una llimosneta per a Sant Antoni, oli, oli”. Y además, los miembros de la cofradía, solían salir los domingos de cada semana, pidiendo para “el pan de los pobres”.
San Antonio de Padua es patrono de las mujeres estériles, de los pobres, de los viajeros, de los albañiles, panaderos y papeleros y a él acudían los jóvenes creyentes para encontrar un buen esposo o esposa.
Por los muchos vínculos que tiene este santo con Petrer: la calle que lleva su nombre con la hornacina de su imagen, las hogueras en su honor y las célebres y concurridas fiestas que se celebraban en esta singular vía de nuestro centro histórico serán objeto de próximas crónicas.
Felicidades a todas las Antonias y Antonios que, por supuesto, dais sentido a este día. Hoy puede ser un gran día…