POR RAFAEL SÁNCHEZ VALERÓN. CRONISTA OFICIAL DE INGENIO (GRAN CANARIA)
En los ya lejanos días de su niñez, allá por la década de 1950, el cronista que suscribe, en su deambular diario por diferentes lugares del pueblo, observaba a diferentes personas mayores que por su especial personalidad, actividad o cercanía le causaban cierta admiración, sin entrar en valoraciones de carácter familiar, intelectual o social, tan solo por su forma de comportarse, especialmente por su trato cercano y respetuoso hacia los niños, lejos del temor hacia ciertas autoridades civiles y eclesiásticas, docentes, guardias, funcionarios, profesionales o propietarios que nos hacían vivir en un estado continuo de sobresalto ante el temor de sus actuaciones.
De esos admirados personajes, recuerdo de manera especial, las figuras de los hermanos: Rafael (Rafaelito), Bartolomé (Bartolito), José (Pepito) y Antonio (Antoñito) Rodríguez Domínguez. El primero, mi vecino en la calle de Atrás, enseñó a mi padre el arte de medir, apreciar y distribuir bienes, a ambos los escuchaba ensimismado en sus largas conversaciones sobre política internacional de la época. A Bartolito, con su figura sencilla y baja estatura, tocado con la clásica cachorra que con toda amabilidad y educación atendía tanto a los usuarios del molino que regentaba en el Sidro, como a los que se acercaban para escuchar sus amenos relatos, mientras retiraba las aspas cada tarde para que el fuerte viento no destrozara el molino. Pepito, me lo tropezaba con frecuencia en su casa y labranza en el paraje del “Lomo” junto a su esposa, la popular “Simeonita”. A Antoñito que regentaba un cafetín y gasolinera en el Ejido, lo tengo en mi memoria moviendo la palanca para dispensar gasolina a los coches y colando el oloroso café a una clientela de prominentes personajes locales. Hablar de los cuatro hermanos mencionados y sus actividades supondría un largo tratado etnográfico de Ingenio durante el segundo tercio del siglo XX.
Con el paso del tiempo, a través de los cuentos de mi abuelo, primero, y luego rebuscando en documentos diversos pude adentrarme en el conocimiento de los antepasados de estos inéditos personajes que formaron parte durante siglos de la historia de Ingenio, en muchos casos como propietarios y dirigentes políticos y sociales, entre ellos su padre, Manuel Rodríguez Ramírez, que ostentó la alcaldía de Ingenio y otros cargos de relevancia en una época especialmente convulsa en el tránsito entre los siglos XIX y XX y al que dedicamos este trabajo.
Naturaleza de Manuel Rodríguez Ramírez
Bisnieto del primer alcalde real de Ingenio José Ramírez Xuárez, e hijo del también alcalde Francisco Rodríguez Pérez (periodo 1859-60 y 1861-69) y de Agustina Ramírez Ramírez, nació el 15 de febrero de 1856; bautizado el 22 del mismo mes. Fueron sus hermanos: Francisco, secretario del Ayuntamiento (periodo 1908-1942) y líder durante mucho tiempo de uno de los dos partidos políticos preponderantes en Ingenio; Bartolomé, canónigo doctoral de la Catedral de Canarias y arcipreste de la de Segovia, prestigioso orador; Catalina; Agustina María (1859); Josefa Ramona (1861), monja profesa del Convento Cisterciense de Teror; María del Jesús (1866), monja de la Congregación de las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl, conocida por “Sor Jesús”; Rafaela (1869), monja de la Congregación de las Hermanitas de los Pobres; y Juan Evangelista (1876).
Contrajo matrimonio en el templo de Nuestra Señora de Candelaria el 9 de noviembre 1885 con María de los Dolores Domínguez Martín, hija de Rafael Domínguez Estupiñán, hijo a su vez del alcalde José Domínguez Pérez, y de la propietaria María Martín García, hija del que fue también alcalde Juan Martín Sánchez, ceremonia oficiada por su hermano Bartolomé. Fueron sus hijos: Catalina (1886), Francisco (1888), Rafael, concejal del Ayuntamiento de Ingenio en la etapa republicana (1889), gemelos José y Bartolomé (1889), Manuel(1893), José(1894), María de la Concepción (1895), María Candelaria (1898), José (1899), Agustina María (1902), Antonio (1906) y María Dolores Rodríguez Domínguez (1908).
Vivió con su familia en una casa que fabricó próxima ala explanada del “Cuarto”. Se daba la circunstancia que sus coetáneos: su tío, el poderoso e influyente José Ramírez Ramírez y los párrocos Santiago Sánchez y su sobrino Juan Ramírez, vivieron en las cercanías en sendas mansiones que se conservan en buen estado en la actualidad.
Propietario
Gran contribuyente y propietario de distintos bienes, según consta en la hoja de amillaramiento correspondiente a 1885: un trozo de tierra en la Berlanga, 9 celemines; Albercón, 3 cls.; las Leonas, 6 cls.; Algodones, 2 cls.; la Atalaya 1,5 fds.; Angostos, 10 cls.; el Cabezo y Draguillo, 3 cls.; Cadenas de Matos, 2 cls.; Lomo de Caballos, 4 cls.; Ratiño, 4 cls.; Tabares,2 cls.; los Barranquillos, ½ cl.; la Montañeta y Lomo de Ortega, ½ fg.; Guayadeque,1 cl. de caña; Catela, 6 cls.; la Guesilla, 1fg.; casas y tres horas de agua. En la lista de mayores contribuyentes de 1889 ocupa el tercer lugar entre los electores en relación a la cuota que paga.
Congregación del Corazón de Jesús
Manuel Rodríguez fue uno de los 34 fundadores de esta Congregación en el año 1882. Actuando como su presidente solicita en 1889 fabricar junto a la sacristía de la parroquia una pieza destinada a colocar los enseres, sirviendo a la misma vez de local para revestirse y celebrar sus reuniones. Fue autorizada por el gobernador eclesiástico, sin que sepamos si se llegó a construir. Es uno de los vecinos que ese mismo año firman un manifiesto para la prensa en defensa de los misioneros del Corazón de María que habían estado en Ingenio unos días con sus sermones y pláticas y que algún periódico los había tachado de “socialistas” a la hora de impartir su doctrina. En este sentido cabe destacar los virulentos manifiestos y confrontaciones dialécticas que mantuvo su hermano el sacerdote Bartolomé a través de distintos artículos desde el periódico de tendencia ultra católica Revista Las Palmas con el periódico El Comercio.
Alcalde
Llega a la alcaldía en su primera etapa el 1 de julio de 1887, después de resultar elegido por unanimidad en sustitución del anterior alcalde, José Pérez Pérez. En la primera sesión plenaria, la Corporación en unión de un número igual de contribuyentes procedió a establecer la demarcación municipal (casco, radio y extrarradio) a efectos de impuestos sobre el consumo. Como dato anecdótico, en 1888 el Ayuntamiento tuvo que pagar tres medios duros, importe de la comida dada a la pareja de civiles que vinieron a sostener el orden en la fiesta de la Candelaria y San Blas. Por 1889 se plantea la necesidad de terminar las obras desbaratadas de las nuevas casas consistoriales en la Ladera.
El 1 de enero de 1890, por especial convocatoria del alcalde, presidiendo la mesa interina, correspondiendo a la Corporación un alcalde, dos tenientes y siete regidores, resultó elegido de nuevo por unanimidad ocupando la presidencia. La limpieza de las acequias es una constante en las disposiciones municipales, repitiéndose la de los alcaldes anteriores en cuanto al horario diurno y sectores para impedir lavar o hacer cualquiera otra porquería que ensucie las aguas en las acequias. Se lleva a cabo el deslinde y amojonamiento con los municipios de Telde, Agüimes y Valsequillo en virtud de una circular del Gobernador Civil, así como establecer sistemas de cobro para pagar la segunda misa. La noticia curiosa la protagoniza el médico Antonio Sierra y Carbó al pedir permiso para poder irse unos cuantos días a Gando a tomar los baños que reclamaba su estado de salud, de donde vendrá a dar una vuelta cada tres o cuatro días a fin de atender a los enfermos.
Posteriormente, manifestó que se iba a retirar a Telde porque no podía subsistir en Ingenio a consecuencia de no habérsele cumplido el pago del compromiso contraído con los propietarios a pagarle anualmente la suma de ciento cincuenta duros. Se acuerda que del fondo de la carnicería se tomen 7 pesos y medio duro para pagar el novenario que por la viruela se hizo a la Virgen. Por 1891 se plantea un conflicto con los vecinos del Carrizal que se sentían agraviados por haberse dividido el término municipal en dos distritos y que al renovarse por el mes de mayo la mitad del Cuerpo correspondía al distrito primero (casco) ocho concejales de los diez que componían el municipio, y al segundo (el Carrizal), dos; por tanto en el del pueblo debían ser elegidos cuatro y en el del Carrizal, uno; pero se planteaba el problema que como habían dos del Carrizal de la última renovación, en la actual resultaban tres de Ingenio y dos del Carrizal por lo que se tuvo que consultar al Gobierno Civil y ante la ambigüedad de la respuesta se optó por retirar uno del Carrizal mediante sorteo. Para la nueva legislatura quedaron cuatro concejales del periodo anterior y se renovaron ocho que eligieron como nuevo alcalde a su primo, Gregorio Martín García, finalizando así su primera etapa como alcalde.
Templo de Nuestra Señora de Candelaria y segunda etapa como alcalde
Durante 1901 y 1902 figura como miembro de la Junta para la construcción del nuevo Templo de Nuestra Señora de Candelaria en la toma de decisiones sobre el proceso constructivo en la que su hermano Francisco actúa de secretario. Como tal participa en la denuncia que en mayo de 1903 efectúa junto a un grupo de vecinos al Gobernador sobre el fallecimiento de dos obreros al desplomarse el techo del templo en construcción. La crisis suscitada en el Ayuntamiento por este hecho y la suspensión de las obras, había provocado la dimisión del alcalde Francisco Pérez Medina y la accidentalidad durante unos meses de José Espino Espino hasta el día 1º de enero de 1904 cuando ocupa de nuevo la alcaldía quien después de haber presidido la mesa interina por ser el de mayor número de votos fue elegido alcalde presidente por sus compañeros en una corporación compuesta por un alcalde dos tenientes y siete regidores.
Toda su trayectoria estuvo marcada por los acontecimientos que se desarrollaban en torno a la construcción del nuevo templo, teniendo que acoger al gobernador civil Santos Ecay que se había desplazado desde Tenerife para realizar una inspección a las interrumpidas obras. También se enfrentaba a la necesidad de componer el muro que sostenía la calle del Puente y al desplome que se había producido en el cielo raso del Ayuntamiento en la Ladera. Por octubre comunica al contratista de las obras del templo, Agustín Pérez, un decreto de la alcaldía levantando la suspensión de las obras del mismo a lo que el contratista se muestra reticente, imponiendo algunas condiciones. Por diciembre bajo su presidencia se reúnen los vecinos para tratar de completar el importe que se adeudaba al contratista y el 31 de diciembre se le rescinde el contrato firmando el documento con otros miembros de la Junta. Los trabajos se reanudaron bajo administración propia hasta su conclusión en 1908. Entre las disposiciones que se le contemplan en 1905 se encuentra la prohibición de la entrada de cadáveres no embalsamados en las Iglesia para las exequias de cuerpo presente; componer el camino del Carrizal que estaba en mal estado; afrontar el arreglo de los muros de la calle del Puente que no se habían podido llevar a cabo a causa de que las obras de la Iglesia tenían acaparado el servicio de bestias.
La renovación bianual de concejales determina que el 1 de enero de 1906 se proceda a la elección de alcalde, cargo que renovó con los votos de la mayoría de los concejales. Por 1907 se le concede licencia al médico Pascual Richart por enfermedad de su madre para viajar a la Península el cual propuso como sustituto al Licenciado en Medicina y Cirugía Don José Alemany, licencia que terminó siendo una despedida.
Por febrero de 1908, su hermano Francisco renuncia al puesto de oficial primero que ocupaba en el Ayuntamiento, nombrándose a Alonso Ruano Estupiñán al tiempo que se le concede la jubilación al veterano secretario José Domínguez Estupiñán, puesto que ocupa su hermano en propiedad como único aspirante por elección unánime de los concejales, con ausencia del alcalde en sesión de 14 de marzo de 1908. Se dispuso de los fondos de la carnicería para poner un cielo raso de madera a la sala consistorial y pintura de las puertas.
A finales de 1909 termina la larga etapa de Manuel Rodríguez como alcalde de Ingenio. A partir de entonces ocuparía otros puestos en la vida pública local, pero el protagonismo correspondería a su hermano Francisco como líder de una facción o bando local del partido liberal que se enfrenta en una lucha electoral encarnizada con la otra facción liderada por Juan Morales Martín durante la segunda década del siglo XX que dividiría al pueblo en una virulenta confrontación al servicio de los dos hombres más representativos de la política ingeniense de la época. Continúa como concejal formando parte de la comisión de ornato en 1910.
Sociedad de Pastos
Nombrado en 1893 comisionado del primer cuartel establecido al afecto para recepcionar de los vecinos las cigarras muertas que según se había establecido se pagaban a cinco céntimos por cada libra como modo de erradicar la plaga que por esa época asolaba los campos. Examinar el reglamento que se debía elaborar para la fundación de una banda de música. Fallecido el presidente, su tío José Ramírez, como vocal de la Junta de los Pastos expone en 1899 que ante la ausencia del secretario Juan Domínguez en América y el fallecimiento del vocal Rafael Espino se debía renovar la Junta en la que de vocal pasó a ser presidente, y secretario su hermano Francisco que actuaba de secretario interino en el Juzgado y como vocal el tío de su mujer Blas Domínguez Estupiñán, junto al otro vocal Manuel Espino Pérez. En 1900, como miembro de la comisión encargada de hablar con el médico y director de la banda de música para que rebajaran sus sueldos, comunica a la Junta de los Pastos que el director de la Banda Pier Luigi Grizziotti se mostró conforme en bajar veinte duros de su sueldo, mientras que el médico titular Pascual Richart manifestó que no estaba dispuesto “a rebajar un céntimo”. En 1904 comisionado para el examen y aprobación de las cuentas en poder del nuevo depositario. Como presidente reúne a la Junta Directiva de la banda de música para tratar la inasistencia del director Juan Gil y la desidia de los músicos para asistir a los ensayos por lo que ordena que entreguen a la Junta los instrumentos nombrándose nuevo director al vecino León Sánchez, imponiendo un reglamento y plan de trabajo. Comisionado en 1905 para gestionar la búsqueda de un solar para la matazón y sacar a subasta el de la Calle Nueva. Vocal de la nueva Junta Directiva en 1917; por 1921 seguía constando como vocal y en 1926 participa como ponente en la confección de un reglamento para la fundación de una sociedad denominada “La Medianía” con el fin de guardar los sembrados y morretes improductivos de toda la medianía del término municipal.
Como presidente, secretario, rematador de pastos, fiador y comisionado, fue, junto a su tío, el ínclito José Ramírez Ramírez, que actuó de depositario hasta su fallecimiento, una de las personalidades más relevantes de la histórica Sociedad de Pastos.
Juez municipal y fiscal
La Audiencia Territorial lo nombra juez municipal el bienio 1899-1901. Manifiesta su postura desfavorable en 1901 desde su puesto de juez municipal a adherirse a un manifiesto del Ayuntamiento a que fuera nombrado cura ecónomo de Nuestra Señora de Candelaria el que fue coadjutor, el controvertido José Cabrera Martín por fallecimiento del titular Santiago Sánchez Dávila; pretendía que lo fuera el sobrino de su mujer José Domínguez Martín, situación que crea un duro enfrentamiento en el pueblo que llega hasta el Obispado que abre diligencias. Fiscal municipal en abril de 1912hasta 1914. A partir de 1917actúa como juez municipal. Aparece también en distintas fechas de la década de 1910 y principios de 1920 como presidente y vocal de la Junta Municipal del Censo Electoral.
Heredad Acequia Real de Aguatona
Durante las dos etapas de su mandato como alcalde fue a la vez presidente de la Heredad y desde ese puesto solicita en 1906 de los partícipes ayuda económica para sufragar gastos de la construcción del templo dada la escasez que hay de fondos para ello y las críticas circunstancias por las que atraviesa este vecindario. Participa como representante de la heredad en 1917 en el arreglo o transacción con las heredades de Agüimes en el viejo pleito sobre la propiedad de las aguas entre la Boca de la Sierra y la caja de reparto en Guayadeque con la construcción de la llamada “Caja del Pleito”. Es nombrado interventor de la Junta Directiva del bienio 1923- 1924.
Partido Liberal
Nombrado vocal en de la Junta Directiva en la reorganización del Partido Liberal en Ingenio el 8 de mayo de 1915 en la que fue impulsor y dirigente su hermano Francisco que actúa como secretario, bajo la presidencia de Francisco Pérez Medina en la cual reafirman el liderazgo de León y Castillo.
Fallecimiento
Constando como labrador, falleció en Ingenio el 19 de junio de 1932 cuando contaba 76 años. Una nota necrológica aparecida en la prensa expresa: “por su hombría de bien se había granjeado generales afectos”.
FUENTE:
https://www.laprovincia.es/gran-canaria/2024/04/23/alcalde-manuel-rodriguez-ramirez-101422734.html