POR SANTIAGO IZQUIERDO G. BARCENA, CRONISTA OFICIAL DE SAN SEBASTIÁN DE LOS REYES (MADRID)

El 1 de enero de 1820 tiene lugar el levantamiento de Rafael de Riego en la localidad sevillana de Las Cabezas de San Juan cuando se dirigía a embarcar para sofocar el levantamiento que se había producido en las colonias americanas. Tras su éxito se restituye las Constitución de 1812, siendo ésta acatada por el rey felón Fernando VII, con la famosa frase “Caminemos por la senda constitucional y yo el primero”

Este periodo de 1820 a 1823 es conocido como el Trienio Liberal, como se puede observar apenas duró poco más de tres años, pues el 7 de abril entraban nuevamente las tropas francesas, siguiendo los mandatos de la Santa Alianza, un pacto firmado en 1815, tras la derrota de Napoleón por Austria, Prusia y Rusia, y que entre sus fines era acabar con los regímenes liberales.

El restablecimiento constitucional en España no fue del agrado de estos países, y al ver que se iba consolidando esta situación y que representaba una amenaza si estas ideas se expandían por Europa. A esto hay añadir el llamamiento secreto que realizó Fernando VII para que acudiesen en su ayuda.

Este contingente francés es conocido como “Los cien mil hijos de San Luis”, que avanzan por todo el territorio persiguiendo al gobierno constitucional que se había refugiado nuevamente en Cádiz. Ante el asedio que sufre nuevamente esta ciudad, fue el propio rey quien convenció al gobierno de que pactaría con el ejército invasor para que respetasen las libertades constitucionales, pero haciendo honor a su felonía se pasó al bando de los invasores que le repusieron en el trono absolutista.

De este fatídico año se conservan varios documentos en el Archivo Municipal de San Sebastian de los Reyes en los que consta un sello con el siguiente texto: “Habilitado en nombre del Rey nuestro señor, quitada la Constitución en 23 de mayo de 1823”.

A dos de estos documentos voy a hacer referencia, ambos van dirigidos al Señor Alcalde y Justicia de este pueblo.

Sucintamente voy a comentarlos.

El primero fechado el 1 de septiembre de 1823 es una petición de Silvestre García, que dice que es natural y vecino de este pueblo, y que está casado con Manuela Gómez, y expone que habiendo faltado un pañuelo a la mujer de Leandro Gómez, su primo, hace ya más de un año, la mujer de éste llama a la Manuela ladrona pública, en cuantas ocasiones se la presentan, sin tener razón que pueda justificar la mala conducta de mi mujer, y para evitar mayores males que puedan ocurrir, así como el escándalo.

Suplica se le digne oírle en justicia y admitirle la declaración con que acredite la conducta y buen porte de la sobredicha Manuela, la mujer de dicho exponente y en ello reciban especial favor.

Puedo acreditar que de estos dos personajes: Silvestre García García y Leandro Gómez Gómez de Velasco existen aún descendientes en nuestra localidad. La mujer de Leandro se llamaba Pantaleona Mateo Rivero y la de Silvestre, era Manuela Gómez Gómez de Velasco.

El otro documento que por su especial contenido le voy a transcribir íntegramente.

“Juliana Mateo con el mayor rendimiento ante VS. pide se la administre justicia en cuanto haya lugar, en virtud de tener un hijo que no se contenta con tratarme mal, sino que he llegado a cobrarle miedo, tanto por sus palabras como por sus hechos, y desde luego ya va de muchas veces, y habiéndome amenazado de que no se ha de hacer más que lo que él quiera y cuando quiera, y siendo ya el tiempo de recoger mi poco fruto de las viñas, y no pudiendo obrar ni hacer uso de mi pertenencia por causa suya.

A VS suplico se le reconvenga por medio de esta Justicia a que inmediatamente se haga la separación de su casa y la mía, a la mayor brevedad; pues para esto estoy pronta a acceder a todo cuanto VS me manden en justicia, presentando una relación jurada del maestro de obras y lo mismo en todos los casos necesarios de todo lo demás; favor que espera de VS la suplicante. San Sebastián de los Reyes, 12 de septiembre de 1823.”

A ruego lo firma, Juan Antonio Rivero.

Creo que sobran los comentarios.

Juliana Mateo Retamo, viuda de Félix De la Peña, y el hijo en cuestión es Marcelino De la Peña Mateo, del que también existen descendientes.

Hay otros varios documentos que por falta de espacio no puedo reflejar, y que en otra ocasión los expondré.