POR MARI CARMEN RICO NAVARRO, CRONISTA OFICIAL DE PETRER (ALICANTE)
El 28 de marzo de 1942, hace hoy 81 años, en la Prisión-Reformatorio de Adultos de Alicante, expiraba, víctima de una enfermedad pulmonar y la falta de cuidados, Miguel Hernández Gilabert -poeta-. En el año 1992, 50 años después de su muerte, se le tributó un gran homenaje en el que participaron instituciones, universidades y estudiosos de su obra de lugares y países de más allá de nuestra frontera y nuestro continente. Han pasado 31 años desde que mi amigo Boni Navarro Poveda y yo quisimos sumarnos al mismo con nuestra modesta contribución publicando un trabajo en la revista Festa recordando, desde estas páginas, cómo los versos y la obra de Miguel, han formado y siguen formando parte del sentir y el hacer de las gentes de nuestro pueblo.
Luego, en la vida cotidiana, se solían expresar emociones y estados de ánimo con los versos de Miguel …Hoy estoy sin saber yo no sé cómo…, podía decir alguien a los amigos, a lo que otro contestaba …Sufrir y no vencerse en el sollozo…; y así durante largo rato, hasta que el cansancio o lo concreto reemplazaba al verso o al poema completo.
Pero mucho antes de 1992, en el año 1968 el Grupo teatral Coturno dirigido por Rafael Maestre, en el Centro Cultural Petrelense, hizo un recital dedicado a Miguel Hernández, el mismo que en 1970 se celebró en el campo, en la partida de Aiguarrius, y volvieron a representar jóvenes pertenecientes a la OJE (Organización Juvenil Española). La prensa provincial se hizo eco del homenaje a Miguel, que los muchachos de la OJE de Petrer, le tributaron en conmemoración del 27 aniversario de su muerte y el enfado y desaprobación de las autoridades no se hizo esperar. Seis años más tarde, en 1976, durante la Transición se realizó un gran Homenaje de los Pueblos de España, siendo el conjunto de actos culturales abiertamente reprimidos por el Gobierno de Arias Navarro. Nuestro pueblo se adhirió a ellos, no sólo a través de partidos y sindicatos en la ilegalidad todavía, sino también colectivos como la Asociación de Amas de Casa, el grupo de pintura “Espátula” del Grup Exeo y el Grupo Arqueológico figuraban en la relación de adhesiones, junto con nombres como Rafael Alberti, Vicente Alexandre o Blas de Otero.
Por último, en el año 1977, la desaparecida Asociación Ciudadana y Cultural organizó en el Teatro Cervantes la representación de la obra Quién te ha visto y quién te ve y sombra de lo que eras, auto sacramental con un montaje de la compañía de teatro La Cazuela, de Alcoy y a la que asistieron más de quinientas personas. También en fechas más recientes el grupo Amigos de la Poesía de Elda y Petrer, el 25 de marzo de 1984 rendía un homenaje al poeta en la Biblioteca Municipal de la plaça de Baix.
Pero al hablar de Miguel Hernández nos viene a la memoria nuestro poeta, Paco Mollá Montesinos (1902-1989), pues coincidió en el mes de julio de 1941 con el poeta de Orihuela en el Reformatorio de Adultos de Alicante, ya que había sido condenado a pena de muerte y le fue conmutada por la de treinta años de reclusión mayor. El poeta de Petrer le dedicó El libro de Miguel publicado en Canciones del camino (1988) y en la colección Mosaic en 2010. En este libro, Mollá canta y narra el dolor por la injusta muerte del poeta. Es el relato sentimental de ese encuentro vital de menos de un año de duración entre el poeta de Orihuela y el poeta de Petrer. Un corto y trágico año que compartieron en la prisión de Alicante y que tuvo un trágico final por todos conocido. La vida de Miguel acabó en esta cárcel, pero la de Paco no fue nada fácil tras su paso por la prisión de Carabanchel de la que salió en libertad condicional en 1946, el destierro y las penalidades que sufrió por defender la libertad y ser un hombre bueno en el sentido más amplio de esta palabra.
En la película grabada en 1990 en la prisión de Alicante sobre Paco Mollá, sobre el minuto 30 se representa el entierro de Miguel Hernández, sobre el suelo de la enfermería ya desaparecida, intentando mantener algunos detalles de su entierro que había facilitado el poeta petrerense. Boni Navarro y Avelino Martínez fueron los artífices de esta película que involucró a más de 60 personas y que fue fruto de su pasión por la poesía y por el poeta de Petrer. Esa pasión los llevó a un proyecto que duró más de tres años y cuyos resultados acabaron presentándose en el Festival de San Sebastián.
Sirva esta crónica para brindar un fraternal homenaje al niño cabrero, al amigo desgajado, al luchador por la libertad, al amante separado, al padre huérfano, a la víctima de las cárceles de la dictadura, al hombre que cada vez que colgaba los sueños al sol la vida le dejaba carbón. Y, como dijo Joan Manuel Serrat en Orihuela con motivo de su nombramiento como hijo adoptivo el 17 de febrero de este año, “que el porvenir mantenga fresca la memoria y nos libre de aquellos que asesinan a los poetas”.
De que los ayuntamientos democráticos de Petrer, desde el primero hasta el último, han apoyado siempre la cultura no existe ninguna duda. Y como una parte importante de la misma, la poesía. Buena prueba de ello son los numerosos poemarios editados por el Ayuntamiento y los Premios nacionales de poesía Paco Mollá en castellano y en valenciano que prestigian a Petrer desde el año 1981 en una fuerte apuesta por esas composiciones literarias que llamamos poemas y que se conciben como expresión artística de los sentimientos por medio de la palabra.
Algo se habrá hecho bien cuando tenemos el orgullo de contar en Petrer con vecinos que escriben poesía, entre muchos otros, Enrique Amat, Isabel Navarro, David Pascual, Manuel Villena Botella, l Verónica Martínez Amat , Pilar Contreras Moreno , Constantino Yáñez Villaescusa , Rafael Antolín o Pablo Llorente Requena, Pabl Owski que ha ganado el Poetry Slam Europa. Pablo siempre se muestra orgulloso de sus raíces y en Petrer no sentimos todavía más orgullosos de él por todo lo que ha conseguido persiguiendo sus sueños. Nuestro poeta presume de Petrer, de provincia y de Miguel Hernández y allá donde va, da a conocer la importancia de nuestra tierra y su cultura. Nosotros o yo por lo menos presumo también de todos nuestros poetas.
Volviendo a la figura de Miguel Hernández, este año 2023 es un año para celebrar porque su obra está libre de derechos de autor y el poeta del pueblo es ahora todavía un poco más de todos. Por ello hoy, más que nunca, Viva la poesía y que no calle nunca la voz de los poetas.