POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Sobrecogedor el reportaje de Chus Neira en las páginas de ayer, donde demuestra que el colectivo jubileta, con o sin abolengo, es la clave del repunte demográfico en Oviedo, un repunte patético, pues las personas de más de sesenta años, retiradas de la vida laboral, abandonan sus pueblos, que ofrecen menos comodidades y servicios, para residir en la ciudad hasta que la muerte los separe. Digo sobrecogedor y digo patético porque el índice de natalidad en Asturias es tan ruin que nuestra pirámide demográfica va pareciéndose más a una rampa, cada año más inclinada, de tal manera que en cuestión de poco momento será un cerro lleno de calvos, todos muy al cabo, perdiendo la costumbre de vivir, arrastrando el tacataca de los dolores, y pronto el cerro menguará y construirán su pirámide los jabalíes mientras la vieyera hace cola en el Salvador con el alma entre los dientes.
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