POR PEPE MONTESERIN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
El oso se acerca a Oviedo por el Aramo; desde el tejado de mi casa en Buenavista, con unos prismáticos y paciencia, pude ver las evoluciones de un par de ejemplares pardos; planté un trípode para poder temblar de emoción y puse la gaita, “Tiempo de mitos”, de Xuaco Amieva, mientras captaba las imágenes de esta pareja de Petras que husmeaba entre la caliza y los mostayos de la Gamonal.
Nos consta que son poblaciones autóctonas, estables y consolidadas; de hecho, en las faldas de esta sierra, en Llanuces, Bermiego y Muriellos, han sido hallados oseznos depositados por sus madres en atrios de ermitas y centros sociales.
Es notorio que los asentamientos de estos úrsidos van aproximándose a la capital en busca de oportunidades y, antes de que nos tilden de racistas, deberíamos integrarlos, concertar para ellos equis plazas en nuestras escuelas y al menú escolar añadir hormigas y algo de carroña.
Fuente: https://www.lne.es/blogs/la-mar-de-oviedo/plantigrados.html