POR APULEYO SOTO, CRONISTA OFICIAL DE BRAOJOS DE LA SIERRA Y LA ACEBEDA (MADRID)
Al rico cerdo le reducimos a “chorizos” y creemos que con eso todo está hecho y dicho, poniéndole a la brasa del popular Vulgo Remilgo. Pues no, señores. El cerdo es bicho con otros pormayores sabores y caprichos en los que se deleita el pueblo comicidio. ¿O es que no nos hartamos con su sacrificio? Un respeto al tostón. Un respeto al cochino.
Cuando le pongáis nombre al político indigno, llamadle toro, lobo, jabalí, lince o cocodrilo y no se ofenderá porque tal es su oficio por propia voluntad con cuernos o colmillos, que él bien sabe que cometió delito, aunque calle humillado ante el juez Ruz o Elpidio, ya que el que calla otorga sus trampas y sus vicios. Dejad al cerdo incólume, que será pobre pero está muy rico.