POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Escribí aquí hace un mes que íbamos rumbo a peor; bastaba con leer las pretensiones del gobierno autonómico a estas alturas: analizar el impacto de la descarbonización en la economía, elaborar una estrategia de renovación, impulsar actividades que compensen los cierres de minas y térmicas para preservar la garantía de suministro, y la línea Sama-Velilla, iniciada hace 30 años para vender energía sobrante a Castilla, completarla para importar luz. Pues qué bien gestionamos los pantanos y qué precavidos somos con la sustitución de las centrales energéticas porque, según los datos de la Red Eléctrica Española, no sólo perdimos capacidad térmica, con el declive minero, sino capacidad eólica e hidráulica, y a pesar de que también perdemos habitantes e industrias, entramos en déficit eléctrico por primera vez en décadas. ¡Lo que nos faltaba, quedarnos sin energía! Eso sí, de paciencia andamos sobrados.
Fuente: https://www.lne.es/