POR LEOCADIO REDONDO ESPINA, CRONISTA OFICIAL DE NAVA (ASTURIAS)
Despedimos un mes de febrero que resultó, según informan los expertos, seco, cálido y el más soleado en Asturias en los últimos cincuenta años, pero hubo tiempo todavía, antes de que terminara, para lamentar la falta de un par de vecinas.
Fue la primera Mercedes García Redondo, que finaba en Oviedo el 26. Mercedes, vecina de Paraes (Nava), había cumplido 90 años y era viuda de Silvino Cifuentes Hortal. Fue hija de Celesto García, de Piloñeta (Nava), y de Regina Redondo, de La Goleta, y tuvo, contándola a ella, catorce hermanos, todos ya fallecidos, según relación que sigue; Fermín, Carmina, José María, Avelina, Consolación, Glafira, Amparo, Olvido, Jaime, Benigno, Onelia, Encarnación y Ángel. Y la segunda fue Josefina Nady García Cañal “Nady”, que fallecía en Arriondas el 27, a los 79 años. Vecina de Sierra, estaba casada con Armando Sánchez Vigil, con el que tuvo una hija, María Isabel. También tuvo Josefina un hermano, Edgar, ya fallecido.
Y empezamos marzo con la misma tónica climatológica, viniendo a cuento, a mi entender, aquello de “sol de marzo, sol de mazo”, pero pronto se estrenó el mes en el apartado de defunciones, pues el 2 expiraba, en Carancos, Amalia Torre Díaz, a los 102 años. Amalia era viuda de Plácido Diego Viado “Placidín”, con el que tuvo un hijo, Rafael “Falo”. Recuerdo que Placidín, entre otras cosas, tuvo a su cargo la Biblioteca Municipal José Fernández Guerra, que se ubicó en las escuelas de La Colegiata, y cuya inauguración tuvo lugar el sábado 18 de junio de 1955, con la presencia de autoridades locales y provinciales, como el Presidente de la Diputación, José María. García Comas, y el Gobernador Civil, Francisco Labadie Otermín. En cuanto a Falo, fotógrafo, y actualmente jubilado, podemos decir que se entretiene también practicando la jardinería y el deporte de la bicicleta.
Después, el 4 finaba en Pola de Siero Delia Sánchez Cañal, a los 81 años. Natural de Sierra (El Remediu), Delia era viuda de Celso Agueria Valdés, con el que tuvo dos hijos; María Esther y José Celso. Y el 6 faltaba en Oviedo Justo Mario Nozaleda Maujo, a los 83 años. Natural de Purnea (Cuenya) y avecindado en El Campu (Torazu), Justo Mario estaba casado con María Esther Corripio Préstamo, con la que tuvo los siguientes hijos; Ángel Mario, José Ramón, Beatriz y María.
Y, como los días ya crecieron de manera notable, y las tardes ya suplen lo suyo, finalizo con un dicho popular que preconiza costumbres sanas y productivas; “En marzo, podar y cavar, si queréis recolectar”. Y bien podría ser que, en cierta huerta de Vegadali, al igual que en otras muchas, como es natural, se estuviera aplicando ya lo antes recomendado.
Fuente: La Nueva España, Jueves, 28 de marzo 2019, página 12.