POR ÁNGEL DEL RÍO, CRONISTA OFICIAL DE LA VILLA DE MADRID Y GETAFE
No son buenos tiempos para la lírica, ni para la política. Muchos desafinan y otros dan el cante. El virus de las conveniencias ideológicas produce contagios a diario y a todos los niveles. Lo vemos en el panorama nacional y también en la política local, sin ir más lejos, en la Comunidad de Madrid, donde los desencuentros entre Partido Popular y Ciudadanos, son cada vez más evidentes, a pesar de que la presidenta, Díaz Ayuso, y el vicepresidente, Ignacio Aguado, tengan que estar poniendo, un día sí, y al otro casi que también, parches para evitar que las diferencias entre ambos se evidencie de forma tan notable como se está evidenciando.
En la bancada de enfrente, en la orilla de la oposición, el portavoz del PSOE, Ángel Gabilondo, que es un hombre equilibrado en sus análisis y declaraciones públicas, no admite claramente la intención de poder llegar a una moción de censura que cambie el gobierno regional. Prefiere comportarse con cautela, aunque sin perder de vista esa posibilidad; observar, ver desde la barrera, cómo se mueven los contrarios, porque sabe que una moción de censura estaría erizada de dificultades.
Las cuentan no salen. Vox, por mucho que disienta y se arrepienta de haber hecho presidenta de la Comunidad a Díaz Ayuso, no estaría por la labor de permitir que, con su voto, hubiera un gobierno PSOE-izquierda radical podemita. Aguado no cambiaría su cargo de vicepresidente del gobierno, por una simple consejería, en un hipotético apoyo a Gabilondo y asociados Por último, ¿qué dirían los madrileños de quienes se enfrascaran en una moción de censura en tiempos de preocupación principal y general por la pandemia?
A pesar de todos estos peros y dificultades, la política española, sobre todo a nivel nacional, está demostrando en esta crisis sanitaria, que es capaz de bajarse a lo más profundo de las miserias morales, para sacar tajada.
Fuente: https://www.madridiario.es/