POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
¿Recuerdan aquel poema de Nicolás Fernández Moratín (1737-1380) titulado «Fiesta de toros en Madrid»? cuyo comienzo es:
«Madrid, castillo famoso
que al rey moro alivia el miedo,
arde en fiestas en su coso
por ser el natal dichoso
de Alimenón de Toledo…»
Este apodo de «Alimenón» fue puesto por los casteellanoparlantes al rey de Toledo Yahyá ibn Ismail ibn Dhil-Num, también conocido como Al-Ma’mun (s. XI).
Durante su reinado, aunque de estirpe andalusí, nació en Toledo (en los finales del siglo X o muy a comienzos del XI) el que luego fuera visir y gran estudioso de la medicina y Filosofía, Abu l- Mutarrif Abd al-Rahman ibn Wafid, conocido entre los castellanos como Abenguefit y Aben Mufit.
Una de las obras más conocidas de este sabio árabe-toledano es el » Kiatb al-wisad fi l-tibb» o «Libro de la almohada en medicina». Un libro para tener a mano en cada momento («debajo de la almohada) y, así, consultar remedios para, de inmediato, curar posibles dolencias.
He aquí la receta que ofrece para aliviar catarros, asma y tos seca: «Se toma una POLLA NEGRA JOVEN y se la deja en ayunas un día y dos noches; luego se le da de comer cada día durante tres semanas (sigue una larga cita de ingredientes para la comida del ave) y, cocida en agua, se tomará su caldo. Si Dios quiere, alabado sea».
Nosotros, aquí en Asturias, usábamos para tales dolencias «caldo de gallina vieja», siempre más graso y contundente; pues, como dice el refranero » La gallina, cuantu más vieya, mejor caldu».
Nosotros, aquí y ahora, no hablaremos de pollas, sino de POLLOS. De pollos «de granja» con garantía de alimentación a base de grano (maíz, trigo, avena, cebada…), vegetales y un si es no es de relativamente cómoda libertad.
¡Vaya! Un pollo «granjero» de máxima calidad. Son un poco más caros, pero mucho mejores que los «cultivados en esclavitud total».
¿Y cómo lo prepararemos?
Sigan, sigan el consejo de nuestra amiga, asidua en Facebook, Melania Jacoby, que no es ninguna señora inglesa, sino el seudónimo de la gran escritora y novelista asturiana Susana Pérez Alonso.
Ella es la creadora de la fórmula para asar POLLO A LAS FINAS HIERBAS CON SABORES DE POMAR.
Ya bien limpio, eviscerado y eliminada la piel del pollo, e se «embadurna» externamente con un adobo hecho con vino blanco, brandy, perejil, romero, menta… ya lo que cada cual estime oportuno; después se cubre con un sofrito de cebolla pochada en aceite.
Reposa en frigorífico durante una noche.
Al día siguiente se lleva al horno, ya precalentado, a una temperatura de 180-200º C, bañándolo con la salsa que suelte y, si procede, con un poco de caldo.
A medio asado se le agregan gajos de manzana asturiana.
Se ofrece entero, en fuente, para trincharlo ya en la mesa.
NOTA.- Si se prefiere, el ave puede asarse troceada inicialmente al gusto de cada uno.