POR ANTONIO MARÍA GONZÁLEZ PADRÓN, CRONISTA OFICIAL DE TELDE (CANARIAS)
Si han tenido un instante para observarla verán que sobre un fotingo o camión de pequeñas dimensiones se trasladan un grupo de paragüevos. El vehículo en cuestión, parece ser, que pertenecía a la flota automovilística del M.I. Ayuntamiento de Telde.
En mi agradecimiento por tal envío, no me resistí a hacer un breve comentario sobre los nombres que en nuestra comarca sureña recibían esos atractivos y divertidos personajes. Como lo más natural del mundo, le puse: gracias por hacerme revivir tiempos de mi infancia y primera juventud. Has traído a mi mente escenas de las queridas fiestas patronales de mi barrio de Los Llanos de San Gregorio en Telde.
Los días previos al 17 de noviembre, Pepe cañadulce con su tamboril y trompetilla boceaba roncamente todo lo que iba a acontecer durante los jolgorios. Y nosotros, la chiquillería, expectantes abríamos nuestros oídos a ver cuándo se corría la mojiganga.
Desde la antigua plaza de Arauz, por entonces parque de León y Joven y hoy Franchy Roca los paragüevos o mojiganjos bailaban al son de divertidas músicas como la conga de Carufo, batiendo a diestro y siniestro sus amplios brazos golpeando la cabeza de algún chiquillo con sus enormes manazas.
Los había altos, extremadamente altos, pero también otros de enormes cabezas y cuerpos pequeños, que ahora se me asemejan a los enanos de La Palma. Nuestros personajes no se por qué, representaban a los Reyes Católicos, a una negra y a un negro, a un indio, y también al gordo y al flaco. Pero lo más extraño de todo era que uno de ellos representaba al rey Carlos IV, que no sé qué diantres tenía que ver con las fiestas de mi pueblo.
Después de repetir en mi relato papagüevos y mojigangos mi amigo Juan Pedro de la Villa de La Orotava, y otro amigo más de Gáldar me dijeron que en sus localidades se les llamó siempre gigantes y cabezudos. A lo que yo rápidamente con socarronería contesté que me extrañaba lo de Gáldar, pero que no era nada sorprendente tal denominación en la Orotava porque los de la Villa son muy finos ellos.
Al remitir la foto y el comentario general al grupo de whatsapp de los Cronista Oficiales de Canarias, mi excelente amigo y compañero Juan Sebastián López García, Ilustre Cronista Oficial de Santiago de los Caballeros de Gáldar, me comenta que, en México, país en el que ha dictado muchísimas conferencias, a nuestros papagüevos también se les llama mojigangos. Cuestión esta que me hizo pensar en cuanto americanismo puede haber en nuestro habla común.
Queriendo enlazar el termino mojigango, busqué en mis apuntes de hace unos cuantos lustros y allí encontré que el Cronista Romero Ceballos dejó dicho a principios del siglo XIX, concretamente en 1805 que la ciudad de Telde y concretamente su barrio mercantil de Los Llanos habían recibido con toda suerte de jolgorios la llegada de la nueva talla del Santo Patrono San Gregorio Taumaturgo, que llegaba desde los talleres de don José Luján Pérez en la calle Santa Barbara de las Palmas de Gran Canaria. Aclarando un poco más adelante se tiraron fuegos artificiales y se corrió la mojiganga.
Dejemos para otra crónica nuestro peculiar arrecha, palabra comodín, que según la situación y quien la diga, puede tener diferentes significados.
Fuente: https://www.teldeactualidad.com/