POR FRANCISCO JAVIER ARELLANO LÓPEZ, CRONISTA DE LUIS MOYA (MÉXICO)

En lo referente a la Poesía se destaca el rescate de la declamación. Habiendo tantos jóvenes con una bella voz, muchos se han perdido en la urbanidad de la nada o en el glu glu de una caguama michelada. La escuela también está adormecida en la tecnología y cotidianidad. Ya no proyecta esas voces privilegiadas. No hay foros de declamación ni de poesía. A duras penas hay lecturas de efemérides y mal leídas. ¿Dónde están los foros de la poesía? Vivos se los llevaron y vivos deben aparecer. ¿Dónde están los poetas modernos? Sí los hay. Y más aún, hay algunos que son clásicos, nunca pierden valor. ¡Cómo recuerdo a mis alumnos declamadores! ¡Cómo recuerdo a mis compañeros profesores declamadores! Si los escucharan declamar, seguramente germinaría la semilla de la declamación.

Este día en la declamación de los maestros de Telesecundaria se oyeron poemas como “Sembrando” por la maestra Ma. Romelia Muñoz Orozco, sector Jerez; “El Seminarista de los ojos negros” por la maestra Griselda Aguayo Saldívar, sector Nochistlán; “El matricida” por el maestro Isidro García Arellano, sector Fresnillo que obtuvo el SEGUNDO LUGAR, y “Que me perdone la ciencia” por el maestro J. Natividad Hernández Silva, sector Pinos que ganó el PRIMER LUGAR. La acústica del teatro hizo una magnífica recepción de la dicción e interpretación de los poemas. Los asistentes se emocionaron porque la poesía es una fábrica de emociones. La poesía es un arte bello expresado mediante la palabra. Nos hemos acostumbrado tanto a la cotidianidad que puras palabras comunes, con algún tono de obscenidad, expresamos para comunicarnos. Era bello escuchar a Manuel Bernal, Gonzalo Soto Pérez, Eduardo Lizalde a los actores Enrique Lizalde, Enrique Rocha, Enrique Rambal, Ignacio López Tarso, Arturo Benavidez, Jorge Lavat y otros que con su voz proyectaban emociones inauditas; pero aún más bello era escuchar a varios maestros, algunos rurales, que sin renombre ni fama, declamaban artísticamente llegando a superar a los profesionales. Saludo con afecto a la maestra Queta Durán de Nochistlán recordándola con los poemas “La Chacha Micaila” y “La Guaja”. Única.

Cuanta falta hace escuchar poemas de García Lorca, Antonio Machado, Adolfo Bécquer, José Martí, Amado Nervo, Pablo Neruda, Gabriela Mistral, Sor Juana Inés de la Cruz, Mario Benedeti, Alfonsina Storni, Rosario Castellanos, Carlos Pellicer y de nuestro amado Ramón López Velarde. Aun siguen muchos. Todavía faltan los poetas locales como Fidencio Escamilla y otros. Aún no se alcanza a interpretar toda su obra. A leer y declamar sus obras. Vale la pena.