POR MIGUEL ÁNGEL FUENTE CALLEJA, CRONISTA OFICIAL DE NOREÑA (ASTURIAS).
El Cronista Oficial de Noreña ejerce de Mantenedor
En la villa de Noreña continuamos ensalzando a quien consideramos animal totémico: al cerdo. No nos conformamos con tener el mayor número de fabricantes de chacinas del Principado en su municipio más diminuto ya que solamente cuenta con 6 km. cuadrados de extensión; el dedicar un monumento en bronce y a tamaño natural a tan sacrificado animal en el viejo condado arzobispal, ahora con otro cerdo más en granito donado por la familia Martínez Soto de Burgo de Osma; el nombrar todos los años Chacinero o Chacinera Mayor del concejo y, ahora, desde hace nueve ediciones nombramos Porcófilos con todos los honores y sin complejos y por supuesto sin pedir perdón, a diferentes personas que acreditan su fidelidad a tan emblemático animal, al mejor amigo del hombre que todo lo da a cambio de nada, al de mirada baja que decía don Benito Pérez Galdós de quien se cumpleel centenario de su muerte.
En la pasada edición se consideró oportuno el conceder tan magna distinción al popular periodista José María García y al no menos afamado traumatólogo noreñense Alejandro Braña Vigíl que recogieron en el incomparable marco del restaurante La Ferrada de Noreña, patrocinador de los premios, las exclusivas estatuillas diseñadas al efecto, así como el blusón matancero que los reviste para que no haya dudas de su honrosa posición pública de porcófilos, extendido también a porcófagos que somos casi todos los humanos del mundo cristiano.
José María García agradeció el galardón apuntando que el “gochu” supone el “máximo placer y el manjar más auténtico por lo que deseo larga vida a los porcófilos, recordando sus estancias en Luarca con todo tipo de embutidos caseros, por su parte Braña Vigil recordó en la historia de la medicina como nuestro animal siempre estuvo presente, auto proclamándose embajador del cerdo, un producto esencial en la cocina a la que se está volviendo, ya que –según apunta- la tendencia es la recuperación del sabor, algo que gozan los productos del cerdo del que se consideró apasionado, y finalmente, el promotor de las Jornadas Matanceras de Burgo de Osma de Soria, y miembro del jurado, Gil Martínez Soto aseguró “que como el cerdo siga siendo tan bueno, empezará a venderse en las farmacias”.
En esta nueva edición que hace la número 10, el jurado calificador compuesto por Santiago González-Alverú, José Manuel Vilabella, Antonio Virgili, Gil Martínez Soto, Miguel Cuesta, Mariano González y Guillermo G. Pola, han decidido que sean el excelentísimo señor Don Alfredo Canteli Fernández, alcalde de la Buena Ciudad de Oviedo, “asturiano de pro” y defensor de los productos noreñenses, de su hostelería y de sus gentes. Como diría D. Ramón Pérez de Ayala, defensor del paisaje y del paisanaje, y Doña Pilar Ontañón Cuesta, dinámica empresaria noreñense que haciendo honor a su nombre, es pilar importante en la industria cárnica local, siguiendo la tradición artesana que comenzaron sus abuelos y de la que nunca quiso desprenderse, a la vez que van innovando lo que exigen los actuales mercados. Pilar es “Matancera honorífica” por nuestra entidad hermana de las Jornadas Matanceras de Burgo de Osma.
Porcófagos y porcófilos agradecidos por todo cuanto nos da este animal que “se cura después de muerto”, que llenó las despensas rurales y dio sabor y alegría a las castañas y a los nabos en los potajes antes de que estos frutos pasasen a ser alimentos de los propios cerdos junto a las bellotas de roble que tanto sabor aportaron a los jamones o a los tocinos. Se lo oí muchas veces al amigo Manolo Linares que ejerció de pregonero en el acto y que siempre asegura con carácter de sabio catedrático medio ambiental, que desde que en los pueblos los gochos dejaron de esfocicar junto a los robledales o junto a los castaños, los jamones distan mucho de ser lo que fueron. La prueba la tenemos ahora con los de la raza astur-celta que nos han hecho recuperar, en parte, aquellos sabores olvidados.
Pero a lo que íbamos, que uno hablando del cerdo se le marcha el santo al cielo junto a San Antón y el gochu a la sartén.
Aplaudimos estos reconocimientos como se merecen sus destinatarios, comeremos cerdo, nos acordaremos muy de pasada de las abstenciones de Alá, brindaremos por los poetas que lo ensalzan, por los escritores que le muestran su admiración y los artistas plásticos que plasmaron su oronda figura, tal y como hicieron Pablo Picasso, Gustavo Doré, Hugo Fontela, Alfredo Enguíx, Carmen Peláez o Carlos Tárdez; escucharemos asimismo y por enésima vez, que algún campesino gallego lo eligió – suponiendo que volase- como la mejor de las aves. O sea, que bien se merece plenamente este sencillo homenaje que le rendimos en Noreña.