POR JUAN ALONSO RESALT, CRONISTA OFICIAL DE LEGANÉS (MADRID)

He recorrido hoy, el escenario histórico (en la calle del Turco, actual calle Marqués de Cubas en Madrid) del suceso que llegó en 1870 a convertirse en un magnicidio hace 143 años, el asesinato a tiros del Presidente del Consejo de Ministros, el general Don Juan Prim y Prats.

De la mano del trabajo del escritor José Andrés Rueda Vicente (Eunsa Astrolabio 2000) he podido recorrer paso a paso los momentos trágicos de esta escena de la Historia de España, desde la mismísima puerta del Congreso de los Diputados, en la carrera de San Jerónimo (hoy en obras) pasando por el Teatro de la Zarzuela hasta llegar a la calle del Turco (1870) hoy conocida como Marqués de Cubas o hasta la misma calle de Alcalá con vuelta al Banco de España.

Allí he desentrañado algunos datos del sumario de la investigación del asesinato de Prim que se contiene en 18.000 folios,aunque la calle ha cambiado mucho y donde se constata que una placa que se ha colocado recientemente por el Ayuntamiento de Madrid, no se ha instalado en el mismo lugar del magnicidio, aunque si en la calle pero a metros del lugar de ´los balazos´.

Mi certeza y descubrimiento de este hecho de la historia española me llegó a través de los trabajos que desde la sección de criminología de la Universidad Camilo José Cela de Madrid se hcieron sobre el mismo cuerpo del General Prim, que fue exhumado en Reus y sobre los trabajos que dirigió el periodista y experto Criminólogo, José Antonio Abellán.

En el sumario en el que nadie fue condenado, pese ha tener los jueces a mas de cuarenta personas implicadas entre los que dispararon, los que montaron el asesinato y los que quisieron beneficiarse del mismo se habla de diversos hipótesis, pero nada de nada se hizo. Ni contra el general Serrano que recibió al futuro rey Amadeo de Saboya, ni contra el Duque de Monpensier que en su idea de ser rey de España, tras la expulsión de su cuñada la Reina Isabel, solo fue el padre de la Reina Mercedes, porque ya había matado en un duelo en Leganés a Don Enrique de Borbón.
Ni Paúl Angulo, Ni Montesinos, ni José Maria Pastor, ni una sola persona fue sentenciada.

Ahora que llega el año Prim, porque el de Reus nació en 1814 habría que llegar a la total investigación y esclarecimiento del asesinato de quien más decidía y gobernaba en 1870 en España y que fue, sin sentido, asesinado en una calle de Madrid, mientras todos sabían que se produciría y nadie hizo lo posible por evitarlo.

Ahora desde la UCJUC incluso se dice que el general Prim, no murió de las heridas producidas en el atentado donde participaron lo mas granado de la política y la delincuencia, sino que fue producto del estrangulamiento en su lecho de dolor con una correa de cuero de este militar mientras se recuperaba de las heridas en el Palacio de Buenavista, hoy sede del Ministerio del Ejercito.

Ni Ian Gibson, ni Antonio Pedrol Rius, ni todos los que investigaron o han escito de los 18.000 folios del sumario o sus pertenencias y la berlina tiroteada colocada hoy día en el Museo del Ejercito en Toledo han podido discernir quienes eran realmente los autores de ese magnicidio, el naranjero, el general Serrano, sus secretarios, Paúl y Angulo o Montesinos. O la larga lista de secuaces que apostados en la calle del Turco descerrajaron varios tiros al general Prim por traer a los Aosta a España y que quiso cambiar el rumbo de nuestra historia.

Día 27 de diciembre de 1870, hace frío, ha estado nevando todo el día en Madrid, el General Prim en una carroza abandona el Congreso de los Diputados y alguien le dice ´cuidado general, alguien quiere acabar con su vida´ a lo que él responde ´no hay una bala en España que pueda acabar conmigo´ y junto a su secretarios y escoltas Ángel González Nadín y Francisco Moya se encamina por la calle el Turco hasta el lugar donde unos disparos de trabucos y pistolas acabarían con su vida , creemos, tres días después y con un trozo de historia de España que podría haber sido de otra forma.