POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
En “El porvenir”, Nathalie, una profesora de Filosofía sesentona, en cosa de pocos días se queda sola; a Nathalie interpreta Isabelle Huppert, por cierto licenciada en Filosofía y Letras. Por ella fui a ver la película y me gustó un montón, hubiera quedado veinte horas más ante el muy buen y tristísimo relato dirigido por Mia Hansen-Løve. Con qué ternura y calma se masca y digiere la tragedia humana. “Soy vieja para ser radical; donde tú estás ya he estado yo antes”, le dice Nathalie a un exalumno que le reprocha su poco compromiso. Advierto alguna imagen postalera, bucólica, con Nathalie a la orilla del río, y canciones un punto cursis, como “Deep peace”; a Donovan se la oí hace mil años porque yo también estuve antes ahí. Molan las citas de Rousseau como que la esperanza de ser feliz, sin serlo, es un estado que se basta a sí mismo y acaso sea más recomendable.
Fuente: http://www.lne.es/