EL CRONISTA OFICIAL, EL PÁRROCO, UN ARQUITECTO, UNA HISTORIADORA Y UNA MUSICÓLOGA ANIMAN A LOS VECINOS A SUFRAGAR LOS 280.000 EUROS NECESARIOS: «ESTÁ EN PELIGRO NUESTRO BUQUE INSIGNIA»
Pravia tocó a rebato las campanas por la Colegiata. Los vecinos se congregaron ayer ante el templo convocados por la asociación «Amigos de la Colegiata», que realizó un acto cultural para explicar las necesidades estructurales que presenta el edificio, con importantes humedades en la cubierta, y conseguir recaudar fondos económicos para su rehabilitación, que ascienden a 280.000 euros, aunque sólo precisan conseguir 150.000 euros debido al apoyo recibido con subvenciones. «Es lo más imprescindible para que no se deteriore», indicó el arquitecto detrás del proyecto de mejora, Werner Durrer.
El cronista oficial del concejo, Pepe Monteserín, dirigió el acto y, micrófono en mano, leyó varias veces el número de cuenta bancaria donde reciben los donativos. «Está en peligro nuestro buque insignia y parte vital de nuestro patrimonio». Además, conminó a los pravianos a rascarse 25 euros del bolso ya que, según sus cálculos, si cada vecino aporta esa cantidad las obras podrían dar comienzo ya mismo. «Lograríamos lo que necesitamos», agregó.
En la bienvenida también intervino el párroco, Miguel Ángel García Bueno, quien agradeció el apoyo del Arzobispado de Oviedo, que dio luz verde a las obras y aportará una subvención. «Es tanto dinero… pero es dinero para lo que es necesario e ineludible», afirmó. Por su parte, la concejala de Cultura, Valle Iturrate, animó a los pravianos a apoyar la causa como se hizo en la década de los cincuenta del pasado siglo para la instalación de calefacción y luz, como siguieron en los noventa con el mantenimiento de los retablos y, ya entrado el 2000, con la recuperación del órgano.
Una pieza que también fue protagonista de la jornada. Y para destacar las bondades del edificio acudieron la doctora en Historia del Arte Yayoi Kawamura y la profesora de musicología María Sanhuesa, ambas de la Universidad de Oviedo. «La Colegiata es monumental y descollante, y es única en su especie en Asturias y nada numerosa en España, por lo que es un privilegio contar con ella», dijo Kawamura, quien dio paso al arquitecto, Werner Durrer, quien explicó las necesidades de la rehabilitación.
Después, María, Cristina y Mateo Luces ofrecieron dos canciones al numeroso público congregado. Y es que la música fue muy protagonista, desde las explicaciones que ofreció Sanhuesa sobre el órgano, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), hasta el pequeño concierto que ofreció el músico Rubén Díez, quien cerró el acto con «Corpus Christi», que estrenó para la ocasión.
Fuente: https://www.lne.es/ – Sara Arias