POR FRANCISCO ROZADA MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE PARRES-ARRIONDAS (ASTURIAS)
Presidente de las Juntas Generales de Álava; concejal del Excelentísimo Ayuntamiento de Vitoria; Teniente Diputado General y Diputada Foral de Desarrollo Económico y Equilibrio Territorial de la Diputación Foral de Álava; Subdelegado del Gobierno de España en Álava; Jefe Provincial del Cuerpo Nacional de Policía, Alcalde y Teniente Alcalde del Ayuntamiento de Parres; Presidente, miembros, socios y simpatizantes del Centro Asturiano de Vitoria; centros regionales aquí representados, grupos de gaitas, amigas y amigos:
Como primer cronista oficial de la villa y concejo que un día viera nacer al actual Presidente de este Centro Asturiano de Vitoria, Luis Miguel Carrio Laria, debo comenzar agradeciéndole expresamente a él y a su junta directiva la atención de haber pensado en nuestro concejo de Parres para representar las esencias de Asturias en esta capital alavesa y -simultáneamente- sede oficial del Parlamento y del Gobierno de la comunidad autónoma del País Vasco.
Es oportuno recordar aquí -donde muy pronto se cumplirán mil años desde que este lugar fuese conocido con el topónimo ´Gastehiz´ (1025-2019) según aparece mencionado por vez primera en el Cartulario del Monasterio de San Millán de la Cogolla en el documento llamado “Reja de Álava”- que es probable que el topónimo de la capital de nuestro concejo, Arriondas (que lo es desde hace 192 años) tenga su origen en estas tierras vascas y -de hecho- en Asturias tenemos otros pueblos llamados Arriondo, una palabra que es literalmente euskérica y cuya traducción es “junto a las peñas”, puesto que ´Harri´ es piedra y ´ondo´ junto a, al lado de.
Es en esta histórica capital donde tiene Asturias su casa de acogida, lugar desde el que se transmiten los valores, esencias y sentimientos que hacen único al Principado de Asturias, como lo hacen otros centros hermanos tanto dentro de la España que desde hace quinientos años convive unida en su diversidad, como a lo largo del mundo, especialmente en los países con los que compartimos la misma lengua.
Asociaciones como la vuestra, que basa sus actividades en difundir la cultura asturiana en tierras alavesas, facilitando la integración de los asturianos de la diáspora residentes en esta Comunidad, son necesarias para que la luz de la identidad territorial que nos iluminó en nuestro nacimiento, no se apague por muy lejos que los avatares de la vida nos lleven a otras tierras, a otras patrias, a otras culturas.
A través de las múltiples actividades que este centro embajador de Asturias programa a lo largo del año, dais a conocer (ahora dicen ´ponéis en valor´) la riqueza de nuestra tierra:
sus tradiciones, costumbres, fiestas, gastronomía, paisajes, cultura y todo aquello que cada ser humano lleva dentro de sí y admira, quiere y añora del lugar que le vio nacer.
Un número importante de vuestros centenares de socios son asturianos, pero no pocos lo son alaveses e, incluso, de otras regiones españolas. Todos aprendemos los unos de los otros y -no pocas veces- en ese mutuo conocimiento aparcamos posibles prejuicios, recelos o creencias sin base ni fundamento coherente.
Cuando -hace ya más de cuarenta años- mi primer destino en el mundo de la enseñanza me trajo a estas tierras vascas, observé de cerca una forma de vivir y de sentir no muy diferente a la nuestra asturiana, incluyendo una simpatía mutua entre ambas comunidades que no se daba con otras geográficamente más cercanas.
Corresponde a un cronista hacer un poco de historia sobre el concejo que representa, sin profundizar demasiado en citas, fechas, ni acontecimientos que los siglos han acumulado sobre el mismo, sólo citaré las más importantes:
Hace casi 1.100 años (exactamente en el año 926) Parres aparece mencionado en un primer documento -en el que se citan lugares del mismo- con motivo de la donación de las iglesias de Bode y Viabaño que hizo el rey Ramiro II a la Iglesia de San Salvador de Oviedo.
Han pasado seiscientos cincuenta años desde que el muy guerrero Conde de Trastámara -después rey Enrique II de Castilla y León- crease el Condado de Las Arriondas como pago a los nobles que le habían apoyado en su rebelión asturiana quince años antes.
Han pasado más de cinco siglos desde que el Condado de Las Arriondas se transformase en Coto, exactamente diez años antes del descubrimiento de América.
Hubo que esperar un siglo para que Felipe II -en virtud de una bula pontifica de Gregorio XIII- incorporase a la Corona las propiedades que el Obispado tenía en Parres, momento en el que aquellos pocos vecinos -nuestros antepasados- compraron en pública subasta por 254.725 maravedís la mitad de aquel Coto que ocupaba 230 días de bueyes.
Este municipio de Parres que -hace dos siglos- tenía reservado el asiento número veinticuatro en la Junta General del Principado, continúa su devenir por la Historia, mirando al futuro con la confianza y la esperanza puestas en tiempos cada vez mejores, porque la vida es eso, un avance permanente -con algún tropiezo de vez en cuando- pero sin perder la curiosidad, la admiración, la capacidad de sorpresa, la ilusión ni el entusiasmo.
Arriondas/Les Arriondes -y el concejo de Parres, del que es su capital- son una especie de puerta al paraíso, dentro del Principado de Asturias en el que se ubican, cuando todo él ya es el genuino paraíso natural de España.
El patrimonio histórico-artístico de nuestro concejo ofrece un interesante conjunto de monumentos que las diferentes etapas de la Historia nos han ido dejando cual sedimentada documentación viva de los que nos precedieron en el tiempo.
Iglesias, capillas, ermitas, casonas, molinos, fuentes… salpican cada rincón del concejo, desde Llames a Cofiño, desde Bada hasta Nevares, desde Toraño hasta Arobes.
Son notables nuestros atractivos turísticos, basados en un bien pautado reglamento de pesca y caza, junto con el disfrute del piragüismo, la montaña, el folklore o la gastronomía local, y de esta última cualidad -y calidad- tendremos mañana, sábado, muestras más que sobradas del buen hacer del concejo.
Interés muy especial tienen en Parres sus numerosas fiestas y tradiciones populares, las cuales se celebran a lo largo y ancho de todo el concejo durante buena parte del año:
Las fiestas de Santa Rita que -con sus 127 años- son las más antiguas de la villa y giran en torno al 22 de mayo de cada año.
Las organizadas por la Sociedad de El Bollu-La Peruyal -que acaban de cumplir setenta años- y que llenan las calles de Arriondas con su folklore, carrozas y buena música cada último domingo de julio, con los dos días que le preceden más el que le sigue, jornadas que han sabido aunar la voluntad y el entusiasmo de miles de parragueses y simpatizantes, sean socios o no de la citada Sociedad.
Los carnavales, las fiestas de El Carmen, el Certamen de la Castaña y Productos de la Huerta -ya en su próxima XXIX edición- o la joven fiesta dedicada a Los Indianos, aúnan en torno suyo a miles de personas deseosas de disfrutar de las mismas.
Otros festejos en muchos pueblos del concejo conservan su esencia y la asturianía de siempre, manteniendo las tradiciones que nos legaron nuestros antepasados.
Capítulo aparte se merece el Descenso Internacional del Sella, la única fiesta de Asturias declarada de Interés Turístico Internacional, ya camino de su ochenta y cuatro edición.
Cada primer sábado de agosto -después del día 2- Arriondas se convierte en el mayor punto de atracción del estío asturiano para una celebración que aúna en una perfecta simbiosis el deporte y la fiesta.
Con la colaboración imprescindible de los ayuntamientos de Ribadesella, Piloña y Cangas de Onís, el Comité Organizador ha devuelto a esta fiesta la grandeza y el poder de convocatoria que había decaído en las últimas décadas.
No hace falta decir que a cualquier parte que vayas -lejana de Asturias- y digas que eres de Arriondas -aunque tu interlocutor nunca haya estado en nuestra villa- la identificará de inmediato, y te señalará que es el lugar de salida de Descenso del Sella, la Fiesta de las Piraguas.
Por otra parte, decenas de miles de turistas acuden a Arriondas -especialmente durante los tres meses de verano- para vivir en primera persona la experiencia de qué es eso de bajar el río en piragua, para lo que tienen a su disposición numerosas empresas dedicadas a fomentar el piragüismo lúdico, divertido y siempre gratificante.
La hostelería y el comercio -mediante sus respectivas asociaciones de profesionales- siempre te brindarán lo mejor de la comarca y de Asturias, y si hablamos específicamente de gastronomía, son dos los restaurantes parragueses que acaparan tres estrellas ´Michelin´ de las nueve que se le han concedido a Asturias.
La gente más joven disfruta también con los dos grandes eventos musicales que tienen lugar en las inmediaciones de Arriondas cada verano (Riverland y Aquasella) los cuales -hace apenas un mes- han reunido entre ambos a más de 50.000 participantes llegados de toda España, muchos de ellos procedentes de estas históricas tierras vascas en las que nos encontramos.
No debo terminar este pregón con motivo de vuestras fiestas patronales de la Santina más que deseando lo mejor a la Junta Directiva, lo mismo que a todos sus socios, colaboradores y simpatizantes.
Daros ánimo para que sigáis trabajando por hacer visible el Principado de Asturias en esta tierra, porque sois vosotros, los centros asturianos repartidos por todo el mundo, los que habéis sido para muchas generaciones de emigrantes -voluntarios o forzados- el nexo de unión con su tierra, y ayudáis a sobrellevar la añoranza de tantos asturianos, muchas veces con una vocación solidaria que no solo transmite valores, sino otros tipos de ayuda, a las colectividades del Principado dispersas por el mundo.
Lleva vuestro Centro el nombre de “Covadonga”, con toda su carga simbólica, motivo por el cual la esencia asturiana toca aquí la fibra más sensible de los hijos del Principado, cualquiera que sea su condición, querencia o ideología, porque Covadonga nace del pasado, pero explica el presente y avanza renovándose desde él.
En los actos que tenéis previstos para mañana, sábado, en honor a la Patrona de Asturias y de este Centro Asturiano de Vitoria-Gasteiz, estoy seguro que la emoción aflorará como el rescoldo que siempre acompaña el alma de los asturianos allá donde se encuentren, generando una llama que les sirva de orientación.
Y antes de dar los vivas con los que suele concluir un pregón, debo daros las gracias a todos por vuestra atención y feliz fiesta del Día de la Santina y de Asturias.
¡Viva el Centro Asturiano de Vitoria!
¡Viva el concejo de Parres!
¡Viva Euskadi!
¡Viva Asturias!