POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Según el Espasa, pregonero viene de “praecones”, heraldos de aquella Roma, al servicio de magistrados, que anunciaban subastas, convocaban a las tribus en los comicios, proclamaban el resultado del escrutinio… Siglos después, el pregonero era el funcionario que en alta voz y de manera notoria hacía saber al pueblo llano las decisiones del cabildo; sabía leer y proyectar la palabra a los cuatro vientos para que se colara por los balcones. De ahí aquello de dar un cuarto al pregonero, pagarle para que difundiera un asunto. Era un trabajo digno, de vocero, y para de contar. Los periodistas fueron sus sucesores, con más preparación y atribuciones. Ahora, en la era de la divulgación, renace el pregonero; con tantos pueblos, barrios, fiestas profanas y religiosas, se dan en Asturias mil pregones al año, no hay morancos bastantes, y, en el colmo de los ecos, pregonamos al pregonero.
Fuente: http://www.lne.es/