HICIERON USO DE LA PALABRA ANTONIO LINAGE CONDE, CRONISTA DE SEPÚLVEDA; JUAN EMILIO ‘EL CANTERO’ Y EL GEÓLOGO ANDRÉS RUIZ HERRERO • HUBO CANTOS FOLKLÓRICOS ESPONTÁNEOS ACOMPAÑADOS POR EL MUSICÓLOGO Y DULZAINERO DE SEGOVIA, PABLO ZAMARRÓN
El escultor Emiliano Barral retrató en 1934 a su amigo de Sepúlveda, Antonio Linage Revilla. La obra fue expuesta en el Pabellón de España en la Exposición Universal de Paris, para lo que fe encargado a Picasso el “Guernica”. A la vuelta a España quedó depositada muchos años en los sótanos del Museo de Barcelona. De allí salió ennegrecida y manchada, de manera que era difícil determinar el material de que estaba hecha.
En una carta del escultor al retratado, ese le dice, de manera un poco enigmática que por razones a su alcance había elegido una piedra muy dura.
El cantero escultor de Sepúlveda, único que mantiene allí el oficio, Juan Emilio Cristóbal Martín, y el geólogo segoviano, del Instituto Geológico y Minero, Andrés Díez Herrero, opinaron tratarse del rojo covadonga, de una cantera entre Asturias y León. Y se confirmaron en ello después de recibir para comprobarlo un bloque de la misma.
Pero el lavado por Juan Emilio demostró que se trataba de la piedra de Sepúlveda, la que cantó en su verso otro retratado dirigiéndose al artista, Antonio Machado, “y tu cincel me esculpía en una piedra rosada, que lleva una aurora fría, eternamente encantada”.
La escultura así lavada e identificada fue presentada el 20 de este mes en el taller de cantería de Juan Emilio, estando presentes el alcalde y dos concejales, y entre los invitados, Ursula de Allendesalazar, la escritora austriaca visitante en su juventud de Torrevieja, de lo cual ha escrito el cronista oficial Paco Sala en Vista Alegra, y el musicólogo y dulzainero de Segovia, Pablo Zamarrón. Dio la palabra Antonio Linage Conde, cronista de Sepúlveda, a Juan Emilio y Andrés. Hubo cantos folklóricos espontáneos.