LIBRO «CON MUCHO GUSTO» Y AJEDREZ
POR PEPE MONTESERÍN CORRALES CRONISTA OFICIAL DE PAVIA (ASTURIAS)
Motivado tras la magnífica serie «Gambito de dama», traigo mi último libro, “Con mucho busto”, donde saco a relucir el ajedrez, como aficionado que fui hasta la época de Bobby Fischer.
Con el primer relato que escribí en mi vida, “La dama de cedro”, gané a mis 40 años de edad, el certamen internacional de relatos sobre ajedrez (fue finalista Fernando Arrabal), convocado por la Universidad de Oviedo, en 1993, para el Torneo Internacional de Ajedrez; en ese jurado conocí a José María Gironella y Arturo Pérez Reverte.
Mi relato publicó “Jaque”, con las partidas jugadas en el Palacio de Deportes de Oviedo por grandes maestros como Miguel Illescas, las húngaras Sofia y Judit Polgar, el hindú Anand, el holandés Jan Timman (me dedicó su libro “Trabajo en ajedrez”), el bosnio Iván Sokólov, el alemán de origen ruso Artur Yusupov, el argentino de origen polaco Najdorf, a quien estudié, el francés de origen kasajo Anatoli Vaisser…
Pues bien, en “Con mucho busto” cuento cómo Tolstoi me habla de la Ley de retrospectividad; cuando un jugador derrotado en una partida de ajedrez está convencido de que su pérdida se debe a un error suyo y lo busca en algún momento del juego, pero olvida que en cada jugada ha cometido errores y ninguna de ellas ha sido perfecta. Se percató del error porque su adversario se ha aprovechado de él. Perder, en este caso, es ganar; nuestros competidores son nuestros mejores amigos, mientras busquemos la excelencia. De otra manera, juguemos al solitario.
FUENTE: https://www.facebook.com/pepe.monteserincorrales