POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN).
En el patio de columnas del Ayuntamiento, presentó el periodista villanovense Javier López su última obra,” El año que Eva María se fue”- Elogio de la transición.
En el prólogo Álvaro Martínez, escribe: “Javier López es un periodista y de los buenos. Y lo demuestra en cada una de las piezas que ha seleccionado y que se erigen en un relato a pie de obra de aquella época. No es un simple memorialista Javier, de esos que se limitan a levantar actas de sus recuerdos al cabo del tiempo, sino que utiliza los iconos de esos fascinantes años y nos los pone ante el espejo de la actualidad para que, metidos en esa cápsula del tiempo y yendo y viniendo del pasado al presente, comprendamos que todos somos hijos de ese periodo en el que España cambiaba de régimen y se comía a bocados la libertad o todo aquello que lo aparentara”.
Emilio Lara en la contraportada narra: “Cualquiera de los textos que componen el mosaico literario de este libro sabe a la fruta envuelta en papel de periódico que se estilaba en los años setenta, los años de la santa Transición, como denominaba Francisco Umbral a esa época vertiginosa e intensa que vivieron los españoles”.
La concejala de cultura, Sonia, el técnico de cultura Diego y Adriano Ortiz, formaron parte de la mesa de la presentación. Tras agradecer Sonia, que el autor hubiese venido a la localidad para presentar su libro, se estableció un coloquio sobre aquellos años de la transición. Se evocaron los recuerdos de este periodo, los juegos de los niños en las puertas de sus casas, especialmente en el barrio Imperial, en donde podían reunirse más de treinta niños y jóvenes, los bares, los guateques, las votaciones, la rebeldía…participando los asistentes de forma animada en el coloquio,
Javier no olvida los personajes que de una u otra manera, quedaron grabados en los recuerdos, desde Felipe González, Urtaín, Juanito-jugador del Real Madrid- actores, series de televisión… en ese estilo que sabe llegar a todos con su estilo literario, su ironía y el acierto de los personajes seleccionados,
Al término del coloquio, continuamos hablando con Javier, me impresionó uno de sus primeros recuerdos infantiles “era aquel molino el que marcaba el ritmo de las lentas tardes del invierno antiguo. Estaba situado frente a la casa amarilla, ahora blanca donde apuré mi infancia. En aquellas noches de hielo y luna negra, alcanzaba el sueño al compás de su arrullo almazarero, cobijado por su nana de aceite que se colaba junto al frío por la ventana de mi cuarto”.
Apenas recordaba este texto de sus primeros años de escribir en Diario “Jaén”, por lo que aprovechamos para charlar de su ayer, hoy y el futuro. Valiente, como siempre, estos son algunos de sus recuerdos.
El autor: Mi infancia: Nunca he salido de ella: soy un adulto que pisa charcos. Soy el niño que fui, feliz y pobre ¿Para qué iba desprenderme de una etapa maravillosa vivida en un pueblo maravilloso?
La Escuela: va unida a mi infancia y tiene un peso específico similar en mi vida. La educación que recibí en las escuelas de la Sagrada Familia fue magnífica, si bien tengo que admitir que tuve mejores profesores que ellos alumno.
La Juventud. Vendimia francesa: Fui por primera vez a la vendimia francesa con 15 años. Entonces, la vendimia era el Erasmus del obrero adolescente. Volví a ella durante muchos años con mis hermanas, mis primos, mis amigos. No me lo pude pasar mejor. Me lo tomaba como unas vacaciones pagadas, aunque tenía que madrugar y trabajar duro. Además, lo hacía bien. Siempre digo que valgo para dos cosas: escribir y vendimiar.
Estudios: he empezado tres carreras y no he acabado ninguna. No soy perseverante con los libros de texto. Admiro a mis dos hijos, que son magníficos estudiantes. Me habría gustado cursar periodismo, pero no se imparte en la UNED y mi vida laboral ha transcurrido en Jaén, donde tampoco se imparte este grado.
Periodismo; premios, labor: Comencé a trabajar en la revista Alsur en 1987 y ya no he parado. He trabajado en Diario Jaén y soy corresponsal de ABC desde 1989. Durante un mes trabajé en El País. He colaborado con diario Ideal, COPE, Onda Cero y Onda Jaén. Gané varios premios de periodismo al comenzar mi andadura profesional. Después, por unas cosas y otras, dejé de presentar trabajos a los certámenes. Creo que soy un buen periodista: no me asusta el poder ni los poderosos. Si viviera en México se sabría de mí por las esquelas.
Su familia: mi vida es una sucesión de afectos. Mis padres fueron ejemplares y lo son mis hijos, mis hermanas, mis tíos y mis primos. Un clan unido es un como un día de campo: algo bueno. Veo La gran familia cuando la reponen porque me recuerda a la mía. Chencho soy yo, claro.
Libros publicados. Eva María se fue: He publicado cinco libros. El primero de ellos, El Apátrida, es una novela deudora estilísticamente del Siglo de Oro. Un importante editor me felicitó por ella, aunque me advirtió de que, dada la forma utilizada, no iba a romper el mercado. Así fue. Luego publiqué dos libros en defensa del catolicismo para replicar a los laicistas, esos fieles del resentimiento. El tercer ensayo tuvo como protagonista al populismo surgido del 15-M y el cuarto, El año que Eva María se fue, es un elogio a la Transición, la mejor época de la España contemporánea, puesta ahora en almoneda por políticos insensatos.
En los primeros compases del Covid, fue noticia y entrevistado en directo en televisión sobre el primer periodista contagiado. Cómo pasó el Covid. Con resignación. No tuve miedo, aunque me entristeció la idea de que una enfermedad advenediza estaba a punto de acabar conmigo. Gracias a Dios, en un mes me recuperé. Casi me mata, pero al final lo maté yo a él. O lo dejé con secuelas, no sé.
Aficiones: escribir es mi oficio y la lectura mi principal afición. El deporte también es muy importante para mí: corro, hago gimnasia y practico esgrima. Tomar café mientras leo un periódico es otro placer que me permito todos los días.
Proyectos: económicamente, llegar a fin de mes sin deber nada a la Seguridad Social y al banco. No es tarea fácil: hoy, ser mileurista es ser burgués, de manera que aspiro a formar parte de nuevo de la clase media. Laboralmente, seguir en el mejor periódico de España.
Visión del mundo, España, Jaén, Villanueva: Rusia, un país totalitario, impondrá por la fuerza su sistema político en Ucrania si los países libres siguen sin apostar por un contrapeso disuasorio. Respecto a España, el problema es que está llena de votantes venezolanos, que es el paso previo para que muten en votantes chinos. Jaén está lleno de ellos, por cierto, según se desprende del modo en que apoya a formaciones políticas que lo mantienen aislado ferroviariamente y atado al clientelismo. Villanueva se despuebla con elegancia, poco a poco y sin perder dos de sus señas de identidad: el ingenio y la alegría.
Virtudes y defectos: intento ser una buena persona. Creo que esa es la repuesta correcta.
Finalizamos la charla, como su escritura, en la grabación queda la ironía, el humor y su manera de pensar como bandera. Debe regresar a Jaén, volveremos a encontrarnos, bien en la presentación del siguiente libro, en alguna celebración especial en Villanueva, o en la lectura de alguna de sus crónicas
Fuente: Cronista Manuel López Fernández