POR MIGUEL FORCADA, CRONISTA OFICIAL DE PRIEGO (CÓRDOBA)
El pasado día 19 de Julio se presentó en el Centro Cultural Lozano Sidro de Priego, el libro “Mi vecino es negro: los retos de la diversidad», del que es autor Francisco García-Calabrés Cobo, escritor y abogado especializado en la problemática de los inmigrantes; ha sido presidente de la asociación “Córdoba Acoge” y fundador de la Comisión de Extranjería del Colegio de Abogados de Córdoba.
Esta fue mi intervención en el acto, organizado por el Ateneo de Priego.
“Desde que asumí el encargo de hacer la presentación de este libro y de su autor en Priego, tuve claro que en este acto, además de hablar de D. Francisco García-Calabrés Cobo, tenía que hablar… de su padre.
Cuando en el año 1992 escribí un libro titulado “Toros en Priego», conocí y redacté la biografía de un joven novillero, nacido en Priego en 1930, que no llegó a tomar la alternativa pero que toreó varias novilladas entre 1950 y 1955. Se llamaba Antonio García-Calabrés González y en mi libro se dice que tenía cualidades extraordinarias para ser torero y que destacaba por su entrega en cada faena y por su valentía, especialmente en los momentos difíciles, por ejemplo al entrar a matar. Hay en el citado libro una fotografía que lo demuestra. Fue tan popular como torero, que incluso se compuso un pasodoble para él. La segunda estrofa dice así:
“Cuando en la hora suprema
Pliega la roja franela
Y se lanza hacia la res,
Los corazones se paran,
Pendientes de la estocada
Certera, de Calabrés”.
No sé si a Francisco García-García Calabrés le gustan los toros pero, al ver los datos biográficos que aparecen en la solapa de este libro y tras leer un poco apresuradamente el propio libro, deduzco que Francisco posee algunas de las mejores cualidades de su padre.
“MI VECINO ES NEGRO: LOS RETOS DE LA DIVERSIDAD”, es el resultado de una intensa dedicación al trabajo y de una investigación muy profunda, sobre un tema muy difícil, pero de candente actualidad: la explosión demográfica en el planeta tierra, las corrientes migratorias masivas entre unas regiones, o continentes, y otras. Los graves problemas que todo eso plantea para el futuro de la Humanidad, y la urgencia en buscar soluciones y ponerlas en práctica.
Todos nos hemos encontrado ya (o nos vamos a encontrar muy pronto) con inmigrantes, de raza negra o de otras razas, y sobre todo, de otras culturas, a veces parecidas y otras muy diferentes a la nuestra.
¿Podemos exigir a los inmigrantes que viven cerca de nosotros, que abandonen su cultura, o su religión, y se integren en la nuestra?. Algunos piensan que sí, puesto que la nueva sociedad en la que viven les da oportunidades que no tuvieron en sus países de origen… pero, ¿qué está ocurriendo?. Francisco García-Calabrés nos resume en este libro cómo se ha gestionado esa diversidad a lo largo de la historia. Hace pocos siglos era la esclavitud y después la segregación racial (o el Aparteid en Sudáfrica); hace solo 80 años, los nazis en la cultísima Alemania, crearon los hornos crematorios para gestionar esa diversidad; en la actualidad, los franceses no saben qué hacer para dar solución a lo que ocurre en “la banlié”, los barrios periféricos en los que se ha concentrado la emigración…
Analiza también el libro otros fenómenos que hoy nos afectan a todos, por ejemplo, el de la conectividad. Hace solo 30 años el medio de comunicación más ágil que teníamos, era el teléfono fijo, que estaba en una mesita en nuestra casa o en la oficina. Hoy los móviles y las redes sociales nos permiten conectar en directo con cualquier lugar del mundo, contemplar prácticamente en directo lo que está ocurriendo en las antípodas. La “aldea global” es una palpable realidad; la diversidad más absoluta desfila ante nuestros ojos…
Ante este panorama, ciertamente algo dramático, Garcia-Calabrés nos aporta una visión optimista al comparar lo que ocurre en nuestro país con lo que ocurre en otros. Nos dice que la historia de España demuestra que este ha sido siempre un país de acogida y que siempre nos hemos mezclado con quienes llegaban, desde los romanos hasta los rumanos, pasando por los árabes, o los franceses.
Creo que Paco ha dicho que tiene parientes en Australia. Mi tatarabuelo Pierre Fourcade, fue un inmigrante que llegó desde “Ojeu”, en el sur de Francia, hasta Carcabuey donde se casó con mi tatarabuela Vicenta Hinojosa. (Perdonen Vds. las alusiones personales, pero creo que vienen a cuento).
Nuestros niveles de integración están por encima de la media europea, nos dice el autor de este libro. Sin embargo, los delitos de odio están creciendo en España de forma notable…
En la última parte del libro, el autor aporta soluciones. Nos presenta los movimientos y declaraciones internacionales que en las últimas décadas promueven la interculturalidad a nivel internacional y nacional. Y nos propone algunas observaciones sorprendentes. Por ejemplo, que “donde hay inmigración, hay riqueza” mientras que donde no hay inmigrantes es precisamente porque no hay futuro… Por lo tanto, si queremos progresar, los necesitamos ¡!!.
En fin, el libro es un catálogo en el que se refleja perfectamente nuestra sociedad actual, donde se apuntan o sugieren los caminos que nos pueden llevar a dar soluciones a estos problemas. Para cualquiera que se vea afectado por casos concretos de inmigrantes, es decir, para todos nosotros, la lectura de este libro supondrá un enriquecimiento extraordinario.
No quiero terminar sin rendir homenaje a la editorial ANFORA NOVA y a su director, José María Molina Caballero. Lo que está haciendo José María, desde Rute, es algo verdaderamente inaudito. Ha editado obras de varios escritores galardonados con el premio Nobel; recientemente, un libro de poemas inéditos de… de Juan Ramón Jiménez. No voy a detenerme en relatar lo que llevan haciendo desde hace 30 años. Simplemente, mi msá sincera enhorabuena, José María.
Y por último, hacer patente la satisfacción del Ateneo de Priego por haber conseguido traer a su pueblo a un prieguense ilustre que escribe cada semana un artículo en el diario CÓRDOBA y que ha publicado numerosos libros, pero hasta ahora no había presentado ninguno en Priego.
FUENTE: MIGUEL FORCADA