Escrito por los hermanos Agustín y Ricardo Castaño Martínez y contando con la presencia de una gran representación de la vida social y cultural de Torrevieja, se celebró ayer en la Librería Santos Ochoa de nuestra ciudad la presentación del Libro “Orihuela en la Guerra Cilvil”. El mismo fue presentado por los CRONISTAS DE LA VILLA DE TOREVIEJA y ORIHUELA, FRANCISCO SALA Y ANTONIO LUIS GALIANO y el historiador Miguel Puchol.
El libro describe a una Orihuela durante el periodo de la guerra civil, en que se convirtió en una ciudad atípica. Los autores del libro lo quisieron enfocar desde el punto de vista de la vida cotidiana en ese espacio de tiempo. Les trasladamos el relato de su propia obra de puño y letra de los autores para mejor conocimiento de la obra que nos ocupa”:
Conforme íbamos investigando nos sorprendió la cantidad de cosas que se dieron en Orihuela. Nos llamaba la atención que, en muchas localidades de la retaguardia, se produjeran situaciones como la formación de Hospitales de Sangre, organización de milicias y brigadas mixtas, creación del Comité local de refugiados, movilización de carabineros, establecer cartillas de abastecimiento, emisión de billetes locales, formación de guarderías infantiles, establecimiento de tropas, creación de cárceles o campos de trabajo, de comité de defensa pasiva y refugios antiaéreos, de fábricas de producción de guerra …
Pero en el caso de Orihuela, llama la atención la importancia que tuvo como ciudad de retaguardia porque, si en muchas otras localidades también contaron con algunos de estos organismos o similares, en esta localidad se dio la situación de que, a lo largo de los años que duró la contienda, contó con todos ellos.
Se crearon milicias que lucharon en el frente madrileño. Se forma el comité local de refugiados, que cuenta con los conventos del Carmen y el de San Sebastián como refugios nº 1 y nº 2 -donde se alimentaba y alojaba a unas 1.000 personas de forma permanente-. El hospital de sangre, que se establece en el convento de los capuchinos para atender a los heridos de guerra, se militariza y se convierte en hospital para los brigadistas internacionales. Se crea una guardería infantil en Jesús María, para hijos de milicianos madrileños, que con posterioridad se traslada al Cuartel de Remonta; se crearía posteriormente otra guardería en la casa del Barón de la Linde, donde se atenderían a los hijos de las mujeres que ahora trabajaban en los puestos, que habían dejado los hombres que se encontraban en el frente. El comité de Defensa Pasiva creó varios refugios para resguardar a la población de posibles bombardeos, destacando los de la plaza del Marqués de Rafal, plaza del Carmen, plaza de San Francisco y plaza de San Sebastián. Sólo se establece defensa antiaérea en dos puntos de la costa, en Punta Prima y en Torre de la Horadada, que dependían del Regimiento de Artillería nº 3 de Cartagena. Se crea la 65 brigada mixta en Orihuela, con unos 4.000 soldados, que intervino de forma destacada en la Batalla de Guadalajara. Para solucionar el problema de la falta de cambio, como consecuencia de que los particulares acaparaban las monedas de metal, el Ayuntamiento emite billetes municipales, realizando 2 emisiones distintas. Se establece en el edificio del Seminario un Campo de trabajo que llegó a contar con unos 2.000 presos; tras el final de la guerra, se mantuvo como Prisión Central hasta mediados de 1941. Se instala también en Orihuela una fábrica de producción de guerra, probablemente de pólvora para las municiones. En el convento de San Francisco se establecen dos escuadrillas del Arma de Aviación de unos 250 hombres cada una de ellas, que permanecen unos 6 meses haciendo prácticas y preparación. En la finca de Lo Monte, próximo a Torre de la Horadada, se instala un pequeño aeródromo con dos pistas de tierra. Tras la marcha del Arma de Aviación, en abril de 1938, se establece en el Convento de San Francisco el Centro Oficial permanente de Ingenieros, con jurisdicción para toda la zona centro sur, que conlleva para la ciudad el volver a acoger a más de 2.000 soldados. Esa alta concentración de efectivos militares provocó la creación de una Comandancia Militar delegada, que se estableció en el propio Convento de San Francisco. Y en el edificio del Colegio Santo Domingo se crea a mediados de 1937 lo que sería la única Academia para oficiales de Carabineros que se estableció en España durante la guerra, de donde salieron, en los casi 2 años que permaneció funcionando, unas 8 promociones de tenientes.
Por el hecho de que en Orihuela coincidieran tantas organizaciones y acontecimientos, y por el planteamiento que le hemos dado al libro, creemos que este trabajo puede ayudar a entender por analogía lo que sucedió también en otras poblaciones de retaguardia de la zona republicana.
Los capítulos los hemos enfocado mirando primeramente los acontecimientos que se produjeron a nivel nacional, con los decretos, disposiciones y leyes que se fueron dando, y luego con la repercusión que tuvo a nivel local. Por ejemplo, el Comité de Refugiados, cuya creación se hizo mediante decreto, primeramente entramos en las normas por las que se regía para su regulación, y luego pasamos a centrarnos en el Comité local de Orihuela, su formación, su actividad y sus problemas del día a día.
La verdad es que hemos disfrutado haciendo el trabajo y esperamos y deseamos que vosotros disfrutéis lo mismo con su lectura.