LA HISTORIADORA FUE PRESENTADA POR EL CRONISTA OFICIAL DE ARÉVALO (ÁVILA), RICARDO GUERRA

La historiadora puertorriqueña doctorada en la Universidad de Valladolid, UVA, Carmen Alicia Morales, ha presentado en Arévalo su libro, ‘Isabel de Castilla: Una psicobiografía’, donde se ha basado en la faceta humana de la infanta a la que las circunstancias personales, y los enredos en la Corte del reino de Castilla, la convirtieron en reina.

Carmen Alicia Morales ha realizado esta obra tras un intenso trabajo de investigación en el que se han combinado los recursos de la Psicología con los de la Historia. La autora, partiendo de una clara teoría que se expone en el primer capítulo, aborda la psicobiografía de Isabel I de Castilla siguiendo el transcurrir vital de esta destacada mujer a lo largo de las distintas etapas de su vida, desde el nacimiento en Madrigal de las Altas Torres hasta su muerte en Medina del Campo.

Durante el acto de presentación, en el que la historiadora fue presentada por el Cronista Oficial de Arévalo, Ricardo Guerra, Morales hizo hincapié en la situación que vivió Isabel, desde muy pequeña. Primero, con la muerte de su padre, el rey Juan II, al heredar la corona de Castilla su hermanastro Enrique IV, cuando a su madre, Juana de Portugal la envían a vivir a las casas reales de Arévalo, villa a la que se trasladó la abuela de la reina católica, Isabel de Barcelos para que ayudara a su hija a criar a los infantes, con lo que estos se instruyen en un ambiente portugués, siendo el idioma lusitano su lengua materna.

Mujer antes de tiempo

Siendo aún niños, los infantes, cuando nace la hija de Enrique IV, este los reclama para llevarlos a la Corte, de esta forma tenerlos cerca y vigilados, con el objeto de salvaguardar los derechos dinásticos de la princesa de Asturias. Es en esta época adolescente, donde Isabel se forja como mujer antes de tiempo, situándose al lado de su hermano Alfonso, a quienes los nobles partidarios de su causa le raptan y le llegan a nombrar Rey, aunque al poco tiempo fallece envenenado.

Isabel, en varias ocasiones rehusó a contraer matrimonio con los candidatos acordados por el rey, con lo que las desavenencias entre ambos hermanos se agrandan, y ella huye de Segovia para casarse con el hijo del rey de Aragón, y monarca de Sicilia, Fernando, teniendo que irse a vivir a Medina de Rioseco, donde pasan estrecheces económicas, ya que la dote prometida por el Juan II de Aragón no llega.

La personalidad de Isabel se va gestando poco a poco, ella misma, sin el conocimiento de su marido, se proclama reina de Castilla a la muerte de Enrique IV, creando un conflicto sucesorio entre los reinos de Castilla y Portugal por los derechos dinásticos de la hija de su hermanastro, que finalizan con el Tratado de Alcazovas.

<Fuente: http://www.elnortedecastilla.es/ – Fernando G. Muriel