POR PEPE MONTESERÍN CORRALES, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Después de la procesión del Santo Entierro, de nuestro Cristo articulado, en el bíblico Miserere, salmo 51 (50 en la Vulgata), de honda contrición, nos declaramos culpables sin reservas, suplicamos la misericordia de Dios y la redención: «Ten piedad».
Suena desde 1909 en la colegiata de Pravia, con partitura del fraile navarro Hipólito Ramírez; lo dirigía Luis García Valdés, que en 1993 lo rescató, tras silenciarlo el Concilio Vaticano II. Lo cantamos ayer pravianos y allegados, a una sola voz, con el párroco, Gaspar Muñiz, y la dirección de Antonio De Luis Solar; debería acompañarnos el salterio, pero se ha sustituido por órgano, violines, chelo, contrabajo, saxo, trompa, flauta y clarinete.
Y Dios nos perdonará, seguro que nos perdonará, a eso se dedica.