José Luis Castro Aguilar y Roberto Fuentes Cañizales fueron certificados en sesión de la Academia de la Crónica Chiapaneca, tras disertar una breve ponencia y responder a los cuestionamientos.
La reunión fue en la casa de la cultura Luis Alaminos Guerrero el día sábado 18 de enero. Integrantes de la Asociación de Cronistas del Estado de Chiapas hicieron preguntas a los candidatos, que respondieron de forma correcta y obtuvieron su certificación.
El primero en participar fue el maestro José Luis Castro Aguilar, quien expuso que hay una nueva oleada de cronistas que surgieron a partir de 1997 y que tuvieron la fortuna de que se impartieran cursos, junto con una mejor organización tanto a nivel local como nacional.
Indicó que Chiapas tiene una gran presencia a nivel nacional en cuanto a este género, y que desde 1908 se lleva un registro de la participación de los cronistas, quienes han obtenido primeros lugares nacionales en concursos.
Añadió que desde hace tiempo se viene trabajando en la creación de una Academia de la Crónica en Chiapas, que certifique el trabajo de los narradores y que sea un garante para que cuando alguien sea nombrado cronista oficial de alguno de los 124 municipios de Chiapas tenga al menos la noción de lo que está escribiendo.
La intención es que el narrador conozca los diferentes tipos, estilos, ritmos, enfoques y temáticas, junto a otros elementos que conlleva elaborar un texto. Sobre esos temas, el maestro ha escrito dos libros, En busca de la crónica y Apuntes para una teoría de la crónica chiapaneca.
Roberto Fuentes Cañizales fue el otro escritor que recibió la certificación, pero antes habló ampliamente de su libro Teoría básica de la crónica, que escribió a partir de un curso que impartió en Toluca.
Dijo que en la crónica el autor debe ser testigo de lo que está abordando, porque esta forma de contar surgió debido a que el hombre ha tratado de registrar sus eventos y dejar huella de sus hechos y sobre todo de sus logros.
“Son varios los tipos de autores que hay en este género, entre ellos menciono el escritor pasivo, que es el que espera que sucedan los acontecimientos; el activo, que participa de forma directa en los eventos, y el proactivo, que es el que crea y organiza los acontecimientos”, mencionó Cañizales.
La crónica, abundó, es un escrito narrativo sobre un o una sucesión de hechos en orden cronológico que comprende tres etapas: inicio, desarrollo y desenlace. Hay tres ramas de la crónica: la cotidiana o popular, la documentada o histórica y la periodística o informativa.
Fuente: https://www.cuartopoder.mx/