LA PROPUESTA PARTE DEL CLUB DE LECTURA DE LA CIUDAD, UNA DE LAS ASOCIACIONES CULTURALES MÁS ACTIVAS
No consta documento alguno en Torredonjimeno que acredite el nombramiento de ningún cronista oficial de la ciudad. Al menos en la historia de la etapa democrática del ayuntamiento. Los consultados dudan de si el que fuera párroco e historiador de la ciudad, Juan Montijano, fue nombrado como tal en el siglo pasado.
Este vacío se ha propuesto cubrirlo el Club de Lectura de la ciudad, una de las asociaciones culturales más activas de cuantas desarrollan su labor en Torredonjimeno. Y más aún, cuando aseguran tener «el perfil de una persona que cumple a rajatabla con los requisitos y cuyo nombramiento supondría un espaldarazo y un reconocimiento a la labor que Manolo viene desarrollando desde hace muchos años de manera absolutamente desinteresada».
Así explica Esmeralda Berbell, presidenta del Club de Lectura, la propuesta que han lanzado a todos los grupos políticos de la ciudad para que debatan el nombramiento de Manuel Campos Carpio como cronista oficial.
Campos ha sido docente durante su etapa laboral, y en los últimos años, coincidiendo con su jubilación, ha intensificado su tarea como escritor, pintor e historiador. Su obra se ha visto notablemente incrementada en los últimos años con la publicación de varios libros y con varias exposiciones de sus cuadros y trabajos más recientes.
Una obra que tiene como denominador común la ciudad de Torredonjimeno en torno a la cual gira toda su producción artística. Un libro de relatos y leyendas de tradición oral; una exposición de fotografías del casco antiguo de hace más de treinta años; o sus colaboraciones con otros escritores y artistas de la ciudad son sólo una muestra de su actividad reciente.
«Todos esos méritos hace que Manolo cumpla sobradamente todas las especificaciones solicitadas para optar a tal honor de ser nombrado como Cronista Oficial», especifica Berbell. En el escrito presentado a los grupos políticos para el estudio de la propuesta, el Club de Lectura destaca no sólo su currículum y el volumen de su obra sino, sobre todo, «el orgullo con que abandera su sentimiento tosiriano allá donde vaya y en cada cosa que hace». En su propuesta, el colectivo cultural alude a la «altura de miras» de los grupos del pleno para que «la concesión de esta distinción no se vea desvirtuada por una falta de unanimidad, que en cierta manera mermaría el carácter representativo que se pretende con esta mención».
Fuente: http://www.ideal.es/ – A. Ocaña