POR JUAN FRANCISCO RIVERO DOMÍNGUEZ, CRONISTA OFICIAL DE LAS BROZAS (CÁCERES).
La OCU, la Organización de Consumidores y Usuarios de España, una de las instituciones sociales de mayor prestigio del país, publicó una guía práctica con los pueblos de España que no debe perderse uno que sea amante de su tierra.
España, que tiene 8.131 municipios, está dividida en 17 comunidades autónomas y dos ciudades en el norte de África, Ceuta y Melilla, por lo que son 36 localidades que ofrece al visitante, sin olvidarse de las islas Baleares y Canarias. Uno puede decir que conoce la mitad de esos 36 pueblos, que todos ellos son preciosos y dignos de conocer.
Contaré algo de los que he visitado. En Galicia, por ejemplo, está Combarro, un pueblo cuya seña de identidad son los hórreos, unas singlares construcciones para guardar los productos del campo. En la vecina región de Asturias, Cudillero, una preciosa aldea marítima, donde se habla una lengua propia, el pixuerto, un lenguaje del hombre de la mar. En Cantabria está el pueblo de las tres mentiras: Santillana del Mar, que no es santa, no es llana, ni está junto al mar, pero sí es precioso y en él se encuentra la cueva de Altamira, que habitaron los primeros hombres primitivos de España. En Aragón, Albarracín es un precioso pueblo de origen árabe bereber, como sugiere su propio nombre.
En la región más extensa de Europa, que es Castilla y León, donde surgió la nación española, hay un curioso pueblo – La Alberca – cerca de la frontera con Portugal, aunque es procedente de un nombre árabe Al Bereka, que significa lugar de aguas y fue repoblado en el siglo XII por franceses. Está situado en la denominada Sierra de Francia, junto a Extremadura. De esta que es mi región natal destacan Guadalupe, pero ya lo vimos hace un par de semanas y también Hervás, cuyo refrán dice que “en Hervás, judíos los más”.
En la Comunidad de Madrid, donde está la actual capital de España, hay un pueblo tan escondido, Patones de Arriba, que los franceses durante nuestra Guerra de la Independencia de 1808 a 1814, no entraron en él, incluso se dice que tiene su propio rey, el Rey de Patones, Hoy es muy turístico.
En Castilla La Mancha, la tierra de Don Quijote, está Sigüenza, el Doncel del Sigüenza. Con una réplica en la ciudad mexicana de Guadalajara. Hasta la Sigüenza española sale desde Madrid, los fines de semana de los meses de verano, el Tren Medieval.
En Andalucía, la tierra de María Santísima, está en la provincia de Málaga la población típica de Frigiliana, con huellas de presencia humana de hace más de 3.000 años.
Nos acercamos a las islas Baleares y aquí está Valldemossa, donde vivieron el pianista polaco Federico Chopin, con su amor, la escritora francesa George Sand en la Cartuja de Valldemossa. Aquí tuve una anécdota personal, hace muchos años, paseando un par de horas con el famoso escritor argentino Jorge Luis Borges y su esposa María Kodama.
En las islas Canarias, la guía de los Consumidores y Usuarios de España destaca el pueblo de Garachico, cuyo puerto en tiempos de la conquista de América salían los barcos cargados de vino y azúcar hacia el Nuevo Continente.
Por último, las dos ciudades autónomas españolas en el Norte de África son Ceuta y Melilla. Ceuta fue desde el lugar donde los árabes comenzaron la invasión de España en el año 711 y que duró hasta el año 1492, el mismo del Descubrimiento de América. En cuanto a Melilla, es la ciudad de las cuatro culturas. Cristiana, musulmana, judía e hindú, por los muchos comerciantes de la India que hay allí aposentados.
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