La muralla cacereña fue construida inicialmente por los romanos entre finales del siglo III y comienzos del siglo IV a. de C., con grandes sillares graníticos, dispuestos a soga y a tizón. Tenía forma rectangular con cuatro puertas. Cuando llegaron los Almohades se realizó una cerca aprovechando el basamento y las puertas romanas a finales del siglo XII, hecha con mampostería y sillares, dominando la argamasa en los muros y en las torres albarranas defensivas que construyeron.
La Puerta de Mérida era una de las cuatro puertas que los romanos edificaron en el recinto amurallado de la colonia Norba Caesarina (Cáceres). Estaba situada en la zona sur y desde allí se salía en dirección a Emerita Augusta (Mérida). De las cuatro tan sólo queda en el siglo XXI la Puerta del Río o Arco del Cristo, las otras tres fueron derribadas. Estas puertas estaban flanqueadas por torres albarranas almenadas idóneas para la defensa. La Puerta de Mérida debía de ser muy parecida a la del Arco del Cristo y fue la primera en desaparecer.