A LA CITA NO FALTÓ ANDRÉS MARTÍNEZ VEGA, CRONISTA OFICIAL DE PILOÑA (ASTURIAS)
Fue una jornada para reencontrarse y recordar. No es fácil cumplir cinco décadas y hacerlo, sobre todo, habiendo dejado una huella tan especial en los corazones de miles de asturianos, pero el instituto de Infiesto lleva haciéndolo cincuenta años y así lo demostró en su jornada de puertas abiertas.
Varias decenas de asistentes recorrían las instalaciones tratando de no perder ni un solo detalle para seguir alimentando la memoria.
Profesores, ex profesores, alumnos y ex alumnos visitaban las aulas, oficinas y laboratorios. Afortunadamente para ellos, las cosas no han cambiado mucho, especialmente en el edificio más antiguo.
Las aulas permanecen casi igual e incluso el mobiliario es el mismo, al menos desde los años ochenta.
Uno de los elementos que más llamaron la atención fueron las fotografías que inmortalizan el paso de estudiantes de todos los cursos por el centro y también disfrutaron de una exposición con viejos documentos y libros.
A la cita no faltó el cronista oficial de Piloña, el historiador Andrés Martínez Vega, ligado desde hace décadas como profesor al centro. Relataba una anécdota divertida que se remonta a finales de la década de los sesenta, cuando el centro fue construido.
«El alcalde entonces era Eusebio Lueje, quien decidió viajar a Madrid para entrevistarse con el ministro porque consideraba que Infiesto debía dotarse de un instituto», explica el cronista, matizando que «en aquellos años esto era habitual, un alcalde un poco echado para adelante podía viajar a Madrid y solicitar una entrevista; no era inusual». Cuando Lueje llegó allí «solicitó ver al ministro, aclarando que era el alcalde de Piloña, y parece ser que la persona que lo recibió entendió mal la situación y le anunció como un alcalde de Polonia».
El alcalde Eusebio Lueje acudió al ministerio en 1967 a exigir un instituto para el concejo de Piloña
La situación se tornó sumamente extraña, porque el ministro no podía entender que un alcalde de un país de la órbita comunista pudiese querer entrevistarse con un alcalde franquista.
«Finalmente todo se aclaró y, al parecer, la situación al ministro le pareció divertida, accediendo de buena gana a que Infiesto contase con su instituto, que se inauguró en 1968», explicó Andrés Martínez.
Sagas familiares
La jornada sirvió también para combinar pasado y presente, haciendo balance de los muchos cambios que han inundado la historia educativa de estas últimas décadas. Las clases donde ahora se imparte informática se encuentran repletas de ordenadores y completos equipos, cuando en los ochenta apenas se disponía de uno o dos.
Entre los visitantes, padres que fueron alumnos del instituto que ahora visitan con sus hijos, actuales estudiantes del centro. Es el caso de Carlota Miranda y Miguel Llerandi, que acompañaron a sus progenitores, mostrándoles los lugares donde ahora tratan de configurar su futuro.
Noelia Junco y Elena Cuevas también recordaron juntas sus tiempos de «’insti’». Ambas fueron alumnas del centro y posaron junto a la pancarta anunciadora del aniversario. «Los recuerdos son muy buenos», señaló Elena antes de concluir que «fue una época preciosa. Podría llegar a decir, incluso, que la mejor de mi vida. La verdad es que lo pasábamos muy bien». Enrique Carballeira
Fuente: http://www.elcomercio.es/asturias/oriente/puertas-abiertas-recuerdos-20180528013437-ntvo.html