POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
¡Cuántas veces habrán oído decir, para referir la antigüedad de un hecho o de una cosa, que eso «es de la época de cuando reinó Carolo!
Pero, ¿quién fue Carolo?
Les cuento.
Felipe V fue el primer rey de la Casa de Borbón en España. Su primer hijo, el rey Luis I, murió muy joven y su padre Felipe volvió a retomar el trono. A su muerte fue proclamado rey su otro hijo Fernando VI, hombre prudente, religioso y soltero que murió sin descendencia, pasando el trono a manos de su hermano Carlos (1716-1788), rey de Nápoles, que tomó el título de Carlos III.
Este monarca fue un gran impulsor de la economía, de la industria, de las artes… Tanto que se le llamó «El mejor Alcalde de Madrid».
Bajo su reinado se inauguraron muchos monumentos, como la madrileña «PUERTA DE ALCALÁ» y en ellos se recuerda la intervención del rey con este texto latino: REGE CAROLO III ANNO…
De ahí el dicho de «Cuando reinó Carolo».
Se cuenta que en tiempos de este reinado se redactaron unas Ordenanzas Militares cuyo texto, en uno de sus artículos, decía más o menos así: «No formarán parte de mis exércitos LEVANTISCOS, MURCIANOS, GITANOS Y DEMÁS GENTE DE MAL VIVIR».
Evidentemente es de suponer que las gentes de esas comarcas españolas se sintieran ofendidas.
Grave error, pues tales calificativos tienen otro significado muy diferente y encajan perfectamente en la Ordenanza. Vean:
.- LEVANTISCO: Pendenciero, aficionado a la pelea callejera, persona agresiva y molesta…
.- MURCIANO: El verbo MURCIAR ,en castellano antiguo, significaba robar sin agresión. Un MURCIANO era un ladronzuelo de «menor cuantía».
Bueno, bueno… Pues aclarada la situación, vayamos a Murcia. Comunidad donde su huerta, según escribió Adela Díaz Párraga, «es una orgía de frutas, verduras y legumbres» y a la que Manuel Martínez Llopis califica como «milagrosa que, bajo el patrocinio de la Virgen de la Fuensanta, ensambla frutas de arbolado con hortalizas, verduras, legumbres…».
Uno de los platos más típicos de la cocina murciana de invierno son los MICHIRONES, un guiso sencillo a base de habas secas (fabones, fabes de mayo) chorizo, hueso de jamón, tocino y laurel como aromatizante.
Saco esto a relucir porque más de uno insinúa que los michirones murcianos son un precedente de nuestra fabada. Y no hay tal cosa. Es como si dijéramos que la OLLA PODRIDA castellana es otro análogo a «nuestres fabes con chorizu, tocín y morciella».
Y como les cité a doña Mª Adela Díaz Párraga y su libro «Cocina Tradicional de Murcia» (Everest SA. León, 2009), libro que tuve el honor de prologar, les transcribo su receta de MICHIRONES:
Pongan a remojo 500 g de habas secas (si son tiernas y frescas no es necesario) y cuézanlas en una olla con agua, un trozo de tocino de jamón, un hueso de jamón, uno o dos chorizos (estos y el tocino cortados en trozos menudos), una hoja de laurel, una guindilla y una cucharada de pimentón.
A media cocción añadir, si se desea, unas patatas medianas. Poco antes de finalizar la cocción rectificar de sal y añadir un vasito de vino blanco.
Dejar en reposo al lado del fuego y servir bien caliente.
En resumen: una cosa son les fabones y otra les fabes; y una cosa ye «una fabonada» y otra muy diferente «una fabada».